Rivera avisa que ya no se conforma con pactos y que quiere estar en el Gobierno

Albert Rivera, durante la presentación de su candidatura a la Presidencia del Gobierno, el pasado día 10.

Albert Rivera, durante la presentación de su candidatura a la Presidencia del Gobierno, el pasado día 10. / periodico

Gemma Robles / MADRID

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Albert Rivera ya es oficialmente el candidato de Ciudadanos a La Moncloa. Así ha sido proclamado en unas primarias donde ha arrasado con el 97 por ciento de los votos, pese al poco entusiasmo que ha levantado un proceso interno -30 por ciento de participación-cuyo final estaba escrito de antemano, por falta de rivales. Rivera es el aspirante naranja y esta vez, eso dice, sí se ve presidente. Así lo ha proclamado este domingo en el acto de presentación de su candidatura que se ha celebrado en Madrid en el que, entre otras cosas, ha enunciado los tres compromisos con los que piensa pedir el voto de ahora en adelante: defensa a ultranza de la ley y la justicia, con la mirada puesta en la Constitución y la negativa a dar indultos a separatistas; garantía de un gobierno "transversal y de los mejores" y una Administración "sin dedazos", con la obligación general de superar concursos en todos los niveles. En tercer lugar ha colocado el impulso de un diálogo nacional para acometer reformas a diez años que sobrepase los límites del Congreso y la política, escuchando a la sociedad civil. "Yo uniré a los españoles", ha asegurado en un discurso en el que, además, ha avisado de que ya no se conforma con pactar como ha demostrado en Andalucía, sino que pretende asegurarse puestos en los gobiernos. En todos: central, autonómicos y municipales.

Esta última afirmación es clave. Lo es para la arriesgada estrategia electoral que se han marcado Rivera y los suyos, aprobando en una Ejecutiva hace semanas su compromiso de no llegar a un acuerdo con Pedro Sánchez bajo ninguna circustancia después de las generales del 28 de abril (otra cosa son los comicios de mayo, donde no se cierran a pactar con el PSOE). Se arriesga así a poder llegar únicamente a pactos con la derecha de Pablo Casado y, lo más relevante, con Vox, sin que nadie en Cs se atreva a descartar que, si les dan los números, terminen compartiendo Consejo de ministros también con los de Santiago Abascal.

Pero también es fundamental para los otros partidos que parten con posibilidades en la campaña y que saben que, en el 2019, se antoja más que imposible llegar al poder sin unas alianzas donde los naranjas pueden desempeñar un papel fundamental. "Si todos nos ponen en el centro de la diana política será por algo [...]. Desde lo ocurrido en Andalucía saben que ahora queremos gobernar", ha insistido el presidente de Ciudadanos en un acto en que la palabra "valiente" para referirse al propio Rivera por parte de otros compañeros y "España" se ha repetido hasta la saciedad, además de presentarse uno de los nuevos logos de campaña: el nombre 'Albert' en letras pequeñas y laterales unido a un apellido destacado en lugar central en letras grandes, 'Rivera', y teñido de los colores de la bandera española. Detalles a subrayar en un momento en que la batalla por el voto de la derecha se está recrudeciendo ante el ascenso de Vox que auguran los sondeos y los vaivenes que señalan para Cs y para el PP, con importante caída de escaños a la vista.  

Evento personalista y personal

Albert Rivera fue presentado por el número dos del partido, José Manuel Villegas, que ya trazó un retrato muy personal del recién elegido candidato y la relación profesional y personal que mantienen ambos. Algo similar hizo Inés Arrimadas, que acaba de ser ungida como cabeza de lista por Barcelona para el Congreso. Ella se encargó de entrar más en harina política, sobre todo en harina catalana dejando claro que será uno de los temas fundamentales (seguramente el más recurrente) de la campaña. Según dijo, después de haber logrado hacer nacer y crecer hasta ganar las elecciones autonómicas un partido en Catalunya y haber dado el salto al terreno de juego nacional ahora toca, les guste más o menos a algunos, garantizar que entran a La Moncloa para desde allí tener herramientas útiles con las que combatir al independentismo.

Junto a estas presentaciones, salpicadas de anécdotas personales, se emitieron un par de vídeos "sorpresa" para el presidente del partido en los que algunos de sus profesores, su entrenador de waterpolo, una de sus primas o algún amigo personal hablaban sobre las virtudes del aspirante a liderar España. En el segundo aparecían imágenes de Rivera con compañeros y colegas del ámbito internacional en un intento de potenciar su proyección exterior, donde él mismo apuntó que tiene mucho trabajo que hacer, poniendo los ejemplos de la Unión Europea, Venezuela o Colombia. En dicho vídeo aparecía alguno de esos líderes que le han advertido sobre lo peligroso de formar parte de alianzas que dependen de la ultraderecha, por cierto.