SIN CONSENSO

El PSOE-A rectifica en parte y coloca a los ministros como cabeza de listas para las generales

La líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, durante una sesión en el Parlamento regional.

La líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, durante una sesión en el Parlamento regional. / JULIO MUÑOZ

Julia Camacho

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Cesiones sí, pero no consenso. Las direcciones provinciales del PSOE andaluz aprobaron este sábado las candidaturas al Congreso, que tal y como deseaba la dirección federal estarán encabezadas por los ministros del Ejecutivo de Pedro Sánchez o miembros de la Ejecutiva federal. Ese ha sido el límite a la integración, dado que el resto de nombres en las listas son de afines al susanismo. El desafío mayor se mantiene en Sevilla, la agrupación de Susana Díaz y donde Ferraz aspiraba a tres de los cuatro primeros puestos. Pero solo se ha dado cabida a dos nombres, y en cambio se ha incluido a uno de los vetados por Sánchez. Desde la dirección regional reprochan el inmovilismo de Ferraz y asumen ya que habrá cambios la próxima semana cuando se ratifiquen las candidaturas en el comité federal, aunque retan a que sean los mismos que dieron voz a las bases cambiando el reglamento en el 39º congreso "quienes al menos asuman el desgaste de enmendar a la militancia".

La confección de las listas disparó una tensión que llevaba enconada desde que tras el desastre de las pasadas elecciones andaluzas, la dirección federal marcara la puerta de salida a la secretaria general del PSOE andaluz. Poco después matizaron esas palabras y apuntaron que no habría cambios hasta después de las municipales, pero también dejaron claro que ejercerían su liderazgo sobre los territorios y que, tras dejar a Díaz manos libres en las autonómicas y ver cómo los sanchistas quedaban completamente relegados, sería Ferraz quien marcara el paso en la confección de las siguientes listas. Especialmente tras el adelanto de las generales, donde el PSOE aspira a mejorar los 20 escaños actuales de los 61 que aporta Andalucía. Nada más lejos de la realidad, dado que lo que está en juego es la propia supervivencia política de Díaz, que tras perder el Gobierno de la Junta trata de conservar y fortalecer su poder orgánico.

Trueques entre Congreso y Senado

Para ello se ha aferrado al mismo reglamento que aprobó Sánchez en el 39º congreso, y que deja todo el peso de la elección en los militantes, aunque con una potestad correctora en el comité federal. Y esa militancia decidió esta semana dejar fuera a los nombres deseados por Ferraz para los primeros puestos del Congreso a fin de formarse un grupo parlamentario férreo en torno a la figura del líder socialista. Tras días de negociaciones intensas para equilibrar la voz de la militancia con los deseos de la dirección, y repartirse al menos la mitad de los nombres, el PSOE andaluz ha aceptado la voluntad federal de que los ministros y altos cargos del partido encabecen las candidaturas, haciendo algunos trueques entre el Congreso y el Senado, como ha ocurrido en Málaga o Jaén. Pero ahí termina todo, ya que el grueso de las candidaturas está conformado por afines a Díaz.

En Córdoba, Cádiz y Almería, la integración de los sanchistas no ha pasado del primer puesto de las listas, que será para los ministros Luis Planas (Agricultura), Fernando Grande-Marlaska (Interior) y José Guirao (Cultura) respectivamente, que ni siquiera fueron votados por las bases, quedándose fuera otros nombres afines a Sánchez. En Huelva, la cabeza de lista será María Luisa Faneca, única dirigente andaluza de la anterior dirección de Sánchez que no dimitió para forzar la salida del hoy secretario general. En Granada sí se ha dado la integración, con el actual secretario de Estado y Relaciones con las Cortes, José Antonio Montilla, de número uno, y el alcalde de Jun y miembro de la ejecutiva federal José Antonio Rodríguez, de número tres.

"Generosidad y voluntad de acuerdo"

En Jaén y Málaga, por su parte, serán Felipe Sicilia, actual portavoz adjunto en el Congreso, e Ignacio López, director de Salvamento Marítimo y miembro de la ejecutiva federal, quienes encabecen las respectivas listas. La pugna se ha desatascado enviando a los anteriores cabeza de lista, Miguel Ángel Heredia y Micaela Navarro, leales a Díaz, como candidatos al Senado. Esta solución fue precisamente la que ofreció Sevilla para poder encajar los tres nombres reclamados por Sánchez, no fue posible ante la imposición de Ferraz de que todos fueran al Congreso. No ha habido posibilidad de negociación, reprochan desde la dirección regional, "no se han movido de sus posiciones".

Así, la lista sevillana la encabeza la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, mientras que el delegado del Gobierno y hombre fuerte del sanchismo en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, queda relegado al cuarto puesto. El pulso viene dado porque no entra siquiera en la lista Francisco Salazar, miembro de la Moncloa y muy cercano a Sánchez, mientras que Antonio Pradas, "vetado" por la dirección federal tras su papel decisivo en la dimisión de la ejecutiva federal que forzó la marcha de Sánchez en octubre del 2016 y que va de número 2.

Desde la dirección provincial destacaron este sábado la "generosidad" y la "voluntad clara de llegar a un acuerdo apelando al sentido común", y subrayaron cómo Montero y Celis ocupaban los primeros puestos "pese a no contar con el respaldo mayoritario de la militancia sevillana en un claro intento de poder compatibilizar la voz de la militancia con las directrices marcadas por la dirección federal". El comité federal que se reúne el próximo fin de semana será quien tenga la última palabra.