El PDECat y JxCat llevan al límite la tensión por las listas de las generales

Fin de semana de fortísima presión para las maltrechas costuras de la abigarrada madeja en que se ha convertido la posconvergencia. El pacto entre el PDECat, la Crida y JxCat para las listas de las elecciones generales se ha complicado en las últimas horas a medida que se conocen los planes del sector afín al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont de relegar de las candidaturas a las figuras más representantativas del ala moderada de la formación. La ejecutiva del PDECat se reunió de urgencia este sábado y en ella Puigdemont amenazó con romper el carnet si no se convocaba al consejo nacional para ratificar la lista. En este clima de tensión, el máximo órgano del partido decidirá este domingo si acepta estas condiciones para concurrir al 28-A o rompe la baraja y aboca a la posconvergencia a una fractura irreversible en puertas de tres citas electorales.

Fuentes conocedoras de las negociaciones aseguran que todas las partes están de acuerdo en que tres políticos presos encabecen las listas por Barcelona (Jordi Sànchez, que este sábado fue ratificado por las bases de la Crida con un 81% de apoyos), Tarragona (Josep Rull) y Lleida (Jordi Turull). La batalla se centra ahora en los otros puestos de salida que garantizarían tener escaño, y que no son muchos con las encuestas en la mano. Las hostilidades se han agudizado con la pretensión de los puigdemontistas de colocar de número dos por Barcelona a la actual 'consellera' de Cultura, Laura Borràs.

Borràs, Nogueras, Pujol

Entre las cinco primeras plazas estarían también la vicepresidenta del PDECat, Míriam Nogueras, y el portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol. Tres figuras de estrecha confianza de Puigdemont que dejarían fuera de los primeros lugares a representantes del sector más pragmático, como el hasta ahora jefe de filas en el Congreso, Carles Campuzano. El cabeza de lista por Girona también podrían llevárselo los afines al 'expresident', que han propuesto el nombre del 'exconseller' fugado Lluís Puig, desplazando al segundo puesto a otra voz de los moderados del PDECat, el actual diputado Sergi Miquel.

El malestar de parte de la dirección del PDECat con JxCat y la Crida, a los que acusan de estar haciendo "lo mismo" que con la lista de las últimas elecciones catalanas, se tradujo este sábado en una tensa reunión de la ejecutiva. El sector moderado, representado por el presidente del partido, David Bonvehí, tiene mayoría en la ejecutiva para bloquear la propuesta de JxCat a las generales, y también a las elecciones municipales en Barcelona, donde la actual 'consellera' de Presidència y portavoz del Govern, Elsa Artadi, sería la número dos de Quim Forn.

Coordinadores de campaña

Las maniobras del 'ala dura' posconvergente se extienden al comité de campaña que regirá la triple cita electoral. Según fuentes del PDECat, ese comité lo dirigirán Bonvehí y Albert Batet, portavoz adjunto de JxCat en el Parlament y afín a Puigdemont. Y otros tres 'puigdemontistas' coordinarán las campañas: el senador Josep Lluís Cleries la de las generales; el asesor del Govern Aleix Sarri la de las europeas, y otro alto cargo de Presidència, Josep Rius, la de Barcelona. La campaña de las municipales en el resto de Catalunya sí la dirigirá un representante del sector moderado, el hasta ahora diputado en el Congreso Ferran Bel, que se perfila además como número dos de Rull en la lista de Tarragona al 28-A.

Sectores del PDECat entienden que el partido está perdiendo representación y poder, y que la confección de las listas es de facto una disolución de la formación dentro de la marca de JxCat, cuyos derechos electorales pertenecen al PDECat.