LISTAS AL CONGRESO

El PSOE andaluz mantiene el pulso a Sánchez tras la votación de la militancia

Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el mitin del PSOE de este martes, en Marbella (Málaga).

Pedro Sánchez y Susana Díaz, en el mitin del PSOE de este martes, en Marbella (Málaga). / periodico

Julia Camacho

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El PSOE andaluz se ha aferrado, como si fueran suyos, a los estatutos del 39º congreso socialista que dejó a la militancia todo el peso en la elección de sus candidatos y líderes y le ha dado la vuelta para evitar la imposición de los afines a Pedro Sánchez. El líder socialista quiere colocar a los suyos en los puestos de salida en las listas al Congreso y el Senado a fin de tener en las Cortes un grupo compacto en torno a su liderazgo, pero las bases andaluzas han decidido relegar a esos elegidos a los puestos de cola, evidenciando que la herida interna entre los dos aspirantes de las primarias, Sánchez y Susana Díaz, sigue abierta. El ejemplo más claro se vive en Sevilla, donde la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha quedado marginada al puesto décimo.

La opinión de la militancia, que eso sí, no votó de manera abrumadora y apenas rondó el 40% en algunas provincias, deberá ser ahora ratificada en los denominados 'congresillos' este fin de semana. Allí, las direcciones provinciales darán el orden definitivo a la composición de las listas para el Congreso y el Senado y las remitirán al PSOE federal, que es quien tiene la última palabra en virtud de los nuevos estatutos. Por eso, y aunque pocos dudan que los ministros serán quienes encabecen esas listas, como siempre ha ocurrido, esas votaciones se interpretan como un aviso a la dirección de Sánchez para que se pacten las candidaturas y evitar que este imponga solo a los suyos en los escaños con más visos de salir elegidos. Una idea que cobró fuerza en la dirección federal después de que se dejara manos libres a la baronesa andaluza, Susana Díaz, para elaborar sus listas a las pasadas elecciones autonómicas, que no tuvo ningún gesto hacia los afines a Sánchez, por lo que en Ferraz se esperaba ahora una reciprocidad que no ha sido tal.

Tres de cuatro

El PSOE logró 20 de los 61 escaños en juego por Andalucía en las últimas generales, y ahora aspira a lograr al menos 3 o 4 más. Relegada a<strong> líder de la oposición</strong> tras perder la Junta de Andalucía, Díaz busca así mantener el control del partido y su propia supervivencia política. La dirección regional reprocha que, en el caso de Sevilla, Ferraz quiera imponer los tres primeros puestos de los cuatro que estiman están asegurados y que ya lograron en 2016. "No parece oportuno que haya compañeros que estén trasladando a la opinión pública nombres de posibles candidatos o candidatas antes de que se pronuncie la militancia", llegó a decir este lunes un dirigente del PSOE sevillano, el secretario de organización José Muñoz, sobre las pretensiones de Ferraz de colocar en puestos de cabeza a la ministra Montero, cuyo nombre se ha lanzado incluso como sustituta de Díaz; el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Gómez de Celis, o incluso uno de sus hombres de confianza en La Moncloa, el exalcalde de Montellano Francisco Salazar. Poco después, sin embargo, trascendía que algunas agrupaciones sevillanas manejaban una propuesta oficiosa en la que no aparecían ninguno de estos nombres y todo el peso caía sobre destacados dirigentes susanistas, como Antonio Pradas, uno de los dirigentes que forzó la dimisión de Sánchez y la creación de la gestora en Ferraz con su dimisión en octubre del 2016. La dirección provincial negó sin embargo haber lanzado consigna alguna para la votación.

Pradas ha sido precisamente el favorito de las bases en la provincia de Sevilla, aunque Montero se impuso en las agrupaciones de Sevilla capital, donde también se afianzó Gómez de Celis, el sanchista más destacado de la región. La situación se ha repetido en Córdoba, donde el ministro de Agricultura Luis Planas ni siquiera aparece entre las preferencias de los militantes; en Almería, donde tampoco está el responsable de Cultura, José Guirao, o en Cádiz, donde el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska obtuvo el apoyo solo en algunas agrupaciones de la capital y Jerez y la dirección provincial ya manifestó sus recelos acerca de incluir a un "cunero".

"Pulso a Ferraz"

La situación es cuanto menos insólita, y demuestra que el enfrentamiento interno sigue abierto. Uno de los principales valedores de Pedro Sánchez en Andalucía y quien le apadrinó cuando éste decidió volver a presentarse a las primarias socialistas, el histórico alcalde de Dos Hermanas Francisco Toscano, no titubeó al subrayar que "es un pulso a Ferraz", recelando de que la votación de la militancia haya sido espontánea y no controlada por los aparatos provinciales y regional. El regidor reprochó incluso que se anteponga el interés "partidista y localista" al interés general de ganar las elecciones y que el PSOE siga gobernando en España, según dijo a Europa Press. "Nadie entendería" que Montero y Gómez de Celis no lideraran la lista al Congreso, abundó también el diputado nacional por Sevilla Antonio Gutiérrez Limones.

"¿Va a venir ahora precisamente Pedro Sánchez a hacer las listas y corregir a la militancia?", se planteaba hace unos días un destacado dirigente andaluz cercano a Díaz. Para evitar llegar a ese choque de trenes y que haya que enmendar a las bases, los responsables de organización andaluz y federal, Juan Cornejo y José Luis Ábalos, tratan de llegar a un acuerdo y equilibrar la decisión de las bases con los intereses políticos.