Polémica en precampaña

El que no haya decretado en periodo electoral, que tire la primera piedra

Pedro Sánchez y Pablo Casado actos XL aniversario de la Constitución

Pedro Sánchez y Pablo Casado actos XL aniversario de la Constitución / ZIPI (EFE)

Juan José Fernández

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“Dado en Madrid, a 4 de diciembre de 2015. Felipe R.”. Bajo la data y el monárquico final habitual de los reales decretos, la firma de José Manuel Soria, entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, apareció en la última medida legislativa del Gobierno del PP antes de la campaña electoral de 2015. Era el Real Decreto de Fomento de los Biocarburantes. Las elecciones del 20-D quedaban a tan solo 15 días… y todavía caerían en las páginas del BOE muchas medidas más, hasta completar la suma de 121 reales decretos y 292 acuerdos promulgados por el gabinete Rajoy desde que se disolvieron las Cortes.

Quedan ahora 56 días para las elecciones del 28-A, y el repetido recurso del Gobierno Sánchez a los reales decretos y reales decretos-leyes se ha convertido en la munición más utilizada por el Partido Popular en la precampaña. Gobernar a base de decretos en la cercanía de unas elecciones es para el presidente del PP, Pablo Casado, "algo escandaloso que solo ocurre en las repúblicas bananeras".

Lo proclamó ese viernes, después de que la vicepresidenta Carmen Calvo adelantara una sucesión de medidas gubernamentales, hasta el inicio de la campaña electoral, que se anunciarán tras los consejos de ministros en lo que se ha dado en llamar viernes sociales Entre esas medidas, la ampliación del subsidio de desempleo a los mayores de 52 años, y un intento de eliminar de la reforma laboral, al menos, la prevalencia de los convenios de empresa sobre los de sector.

Acusaciones de electoralismo

Los viernes sociales son para Pablo Casado "viernes electorales". El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, comparte la crítica, pero no la intensidad con que la hace el líder de los populares. Ambos han aventurado que un Gobierno, en periodo electoral, debe limitarse a gestionar lo imprescindible. Pero Casado ha ido más allá acusando a Pedro Sánchez, este mismo sábado en Ferrol (A Coruña), de "decirles a los españoles que van a financiar la campaña con nuestro dinero", a base de "prometer cosas que no van a aprobar y que no podrán pagar".

Es más: Casado ha prometido que, si gobierna el PP, "lanzaremos una ley para que no se pueda utilizar este mecanismo de los reales decretos" en los aledaños de una campaña electoral.

Una ley como esa habría impedido, seguramente, los 121 reales decretos impulsados por el gobierno de Mariano Rajoy en las ocho veces que se reunió el Consejo de Ministros entre la disolución de las Cortes, el 27 de octubre de 2015 y los comicios de ese año.

Entre las medidas aprobadas en pleno periodo electoral, dos reales decretos-leyes sobre las comisiones por sacar dinero en los cajeros y sobre medidas para paliar los daños de los temporales de ese invierno.

Con las Cortes ya disueltas, tirando de la mayoría absoluta que conservaba también en la Diputación Permanente, Rajoy sacó adelante cinco reales decretos legislativos –aquellos que redacta el Ejecutivo a instancias del Congreso–: la Ley del Mercado de Valores, una ley de Tráfico y Seguridad Vial, la Ley General de la Seguridad Social, la Ley de Suelo y Rehabilitación Urbana y el Estatuto Básico del Empleado Público.

Repartiendo millones

El Gobierno Rajoy no bajó los brazos o se limitó a las gestiones básicas ni aún en plena campaña electoral. El 18 de diciembre, un día antes de la jornada de reflexión y a dos días de que se colocaran las urnas, aún el Consejo de Ministros aprobó un paquete de inversiones en proyectos de investigación por valor de 800 millones de euros.

Este sábado, casi al tiempo que Casado prometía a orillas del Atlántico limitar los decretos en campaña, a orillas del Mediterráneo, en un acto socialista en Barcelona, el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, recordaba que las 418 medidas aprobadas por el gobierno del PP en el periodo electoral de 2015 –entre ellas los 121 reales decretos- supusieron "más de 3.400 millones de euros" en inversiones en infraestructuras, transferencias a las autonomías y fondos de contingencia.

"Ellos pueden y nosotros no –ha ironizado Ábalos en su réplica a Pablo Casado–. Ellos tienen licencia para todo y los demás estamos por accidente". El ministro ha advertido: "Vamos a gobernar hasta el último día", y aún así, calcula, no superarán el frenesí legislativo del Gobierno popular 2012-2015, al que tiene Ábalos por "el que más decretos leyes aprobó en la historia".