ELECCIONES

Baile de sillas en el PPC

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jregue37812395 gra036 barcelona 25 03 2017 el candidato a la presidenci190222165721 / ALBERTO ESTEVEZ / EFE

Júlia Regué

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La dirección del PPC cavila nombres y cargos. El precipitado anuncio de elecciones generales se suma a la confección de la papeleta más codiciada: la europea. Si bien los populares optaron por resolver apresuradamente su candidato municipal por Barcelona, Josep Bou, un independiente que tratará de correr cerca de Manuel Valls en la carrera electoral, mucho más cautos son a la hora de dibujar quinielas para el resto de comicios. 

A contrarreloj, la mejor receta es la estabilidad. Alterar lo mínimo una estructura recién refundada y mantener la potencialidad de aquellos que ya están asentados, como es el caso de la exministra y ahora portavoz del PP en el Congreso, Dolors Montserrat. Voces del partido dan por hecho que será la 'número uno' por Barcelona el 28-A y fuentes cercanas a la diputada aseguran que "está a la disposición del partido", por lo que, en cuanto la dirección se lo proponga, lo aceptará "con orgullo y honor".

Interés por Europa

La lista en la que se prevé más renovación es la europea. Veteranos conservadores miran a Europa como cobijo, un lugar adecuado para una retirada afable de la política. Tres miembros del PPC ya han mostrado su interés por hacerse un hueco: el exdelegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo; la actual secretaria primera y diputada en el Congreso, Alicia Sánchez-Camacho; y el presidente del grupo del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz.

El espaldarazo de Millo a la candidatura a la dirección nacional de Soraya Sáenz de Santamaría no le acompaña en el camino. Con un perfil bajo, se mantiene como líder provincial en Girona y ostenta el cargo de coordinador de acción parlamentaria, aunque no ocupa escaño alguno.

Con mejores ojos se ve la postulación de Fernández Díaz, después de 27 años en el consistorio y a quien ven merecedor del cargo en la Eurocámara por su dedicación. La llegada a Europa de Sánchez-Camacho ya se barajó en el 2014, aunque finalmente Mariano Rajoy cambió de planes. 

La última palabra la tendrá el líder nacional, Pablo Casado, y, en el reparto, tendrá cuidado de guardar cuadros por si logra ocupar el lugar de Pedro Sánchez en la Moncloa. Actuará como estadista, ya que la papeleta de Bruselas la deberá sellar antes de saber si será el próximo presidente del Gobierno. 

Relevos en el Parlament

Por si la complicada confección de estas listas fuera poco, el baile de sillas se juega también en el Parlament. La renovación de la cúpula catalana trata de cimentarse tanto orgánicamente como en la institución.

La anunciada marcha de Xavier García Albiol, que ya asumió su retirada al conocer los resultados del 21-D pero que esperó hasta que Casado se asentara en la dirección nacional, facilitó un relevo rápido: Esperanza García, que ya se ha estrenado en el atril.

Pero un posible abandono del acta de Andrea Levy, que suena como 'número dos' en el consistorio madrileño, volvería a modificar el ocupante de uno de sus cuatro escaños. Le tocaría asumir el acta de diputado al secretario general, Daniel Serrano, el siguiente en el repertorio, hombre de estrecha confianza de Alejandro Fernández.

El único que permanece inamovible en la Cámara es su predecesor en el cargo, Santi Rodríguez, gran conocedor del funcionamiento de la institución y portavoz parlamentario.