INVESTIGACIÓN POLICIAL

Los fascistas que profanaron las tumbas de Pasionaria y Pablo Iglesias fueron antes a la manifestación de Colón

Tumba de Pablo Iglesias

Tumba de Pablo Iglesias

Luis Rendueles / Vanesa Lozano

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Se “calentaron” en la manifestación por la unidad de España y contra el Gobierno de Pedro Sánchez celebrada la mañana del 10 de febrero en la plaza de Colón, en Madrid. Luego, acudieron al cementerio de La Almudena para homenajear a los caídos de la División Azul, el grupo fascista español que luchó con los nazis contra las tropas de la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial. La investigación de la Policía Nacional sobre la profanación de las tumbas de Dolores Ibárruri, 'Pasionaria', y el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, apunta, según ha podido saber EL PERIÓDICO, a que un grupo de fascistas fue el responsable de verter posteriormente pintura sobre los dos féretros, ubicados en el cementerio civil de La Almudena.

La policía, que trata ahora de identificar a los fascistas, dispone de testimonios de trabajadores del enorme cementerio de La Almudena sobre lo que ocurrió allí el 10 de febrero. Varios de ellos han relatado cómo vieron llegar a un grupo de ultraderechistas, casi todos jóvenes, casi todos hombres, que estaban alterados y que decían venir de la manifestación de la plaza de Colón. Según las investigaciones, los fascistas entraron en el cementerio religioso y llegaron hasta el lugar donde está el monumento a los Caídos de la División Azul, detrás de la capilla principal y muy cerca de la tumba de Enrique Tierno Galván.

'Cara al sol'

Allí, según los trabajadores del cementerio, empezaron a gritar a favor de España y llegaron a "cantar el Cara al Sol", brazo en alto, frente a la tumba adornada por un casco del ejército nazi y una bandera "del aguilucho". Sobre la tumba alguien había pintado el símbolo anarquista, una A dentro de un círculo.

La policía concluye que ese fue el detonante que hizo que algunos acudieran luego a profanar los sepulcros de Pasionaria y Pablo Iglesias, ubicados muy cerca, en el cementerio civil. Algunos de los ultraderechistas se habrían jaleado y habrían acudido luego a "vengarse" de esa supuesta afrenta, para lo que utilizaron "pintura plástica blanca" que rociaron sobre las losas de los dos políticos fallecidos.

Juventud Patriota

Los investigadores han revisado las actividades de grupos ultraderechistas aquellos días. El fin de semana de los ataques hubo dos actos en homenaje a la División Azul. La tarde del sábado 9 de febrero, un grupo llamado Juventud Patriota convocó una marcha desde el barrio de Ascao hasta el cementerio de La Almudena en la que participaron, según fuentes policiales, unas decenas de personas. En el acto participaron también miembros y simpatizantes de Falange.

La policía investiga especialmente lo ocurrido el domingo, día del ataque a los sepulcros. Ese día, a las doce y media de la mañana, estaba convocada una ofrenda en homenaje a los españoles que murieron luchando con la División Azul (unos 2.800), también para celebrar el 76 aniversario de la batalla de Krasny Bor, la más importante en la que participaron, en la antigua Unión Soviética. Allí acudieron seguidores de grupos ultras algunos de los cuales participaron también en la manifestación de la plaza de Colón.

Las pesquisas de la policía apuntan a que el ataque a las tumbas de Pasionaria y Pablo Iglesias tuvo lugar entre la tarde del domingo y la mañana del lunes, pero tiempo después de la ofrenda, y que fueron varios fascistas que llegaron al cementerio posteriormente, procedentes de la concentración de la plaza de Colón, los que arrojaron la pintura.

La nieta y las Trece Rosas

La nieta de Pasionaria, Dolores Ruiz-Ibárruri, descubrió el ataque el lunes 11 de febrero. Ella misma se encargó de limpiar la pintura de la tumba de su abuela. Una empresa hizo lo mismo con el sepulcro de Pablo Iglesias, ambos situados a la entrada del cementerio civil, en la avenida de Daroca. Al fondo del pasillo principal, apareció una bandera republicana con un tachón negro en el centro. En contra de lo que se había informado en un principio, los fascistas no profanaron el memorial de las Trece Rosas, las trece mujeres jóvenes que fueron fusiladas el 5 de agosto de 1939 en la antigua tapia de ese cementerio madrileño.

Todo indica que la pintada anarquista llevaba mucho tiempo sobre la lápida, pero nadie se había percatado. Enrique de Santiago, secretario general del PCE, ha presentado denuncia por el ataque fascista, y considera esa la opción más probable. Algunos empleados del cementerio lo han ratificado ante la policía. En la puerta de La Almudena hay un edificio o centro social okupado, bautizado como La Dragona, fuentes policiales explicaron que algunos de esos jóvenes a veces hacen botellón por la zona y pudieron ser responsables de la pintada antigua, seca y anarquista. Esa lápida fue atacada ya en 2017 con pintadas de "nazis, no".