El Govern desvelará el lunes sus presupuestos

Aragonés tratará de convencer a los 'comuns' el miércoles en el Parlament de que admitan las cuentas

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Xabi Barrena

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Dos semanas después de que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Pedro Sánchez no fueran admitidos a trámite, el Ejecutivo de Quim Torra sondeará la próxima semana si se arriesga a registrar en el Parlament su boceto de cuentas de la Generalitat o si se ahorra un posible revolcón parlamentario, a modo de venganza, de los ‘comuns’,la única fuerza con quien se ha negociado.

A diferencia de lo que Pedro Sánchez hizo con ERC, a la que ni tan solo llamó ni una sola vez, la Conselleria de Economia, que lidera el vicepresidente del Executiu, Pere Aragonés, ha mantenido hasta nueve reuniones con los ‘comuns’. Ocho en solitario y, de estas, seis de sectoriales. Antes del décimo encuentro, donde de preveía que el Govern les expondría su oferta de reforma fiscal, los pos-ecosocialistas, tras percibir un nulo avance en las conversaciones, se levantaron de la mesa.

Miradas de reojo

La suspicacia mutua es alta, motivo por el que en lugar de tramitar los presupuestos el Govern pidió comparecer para hablar de ellos, y así ahorrarse una votación. Así, será el miércoles Aragonés el que propondrá, según sus palabras de este viernes, "acuerdo político de base" que permita tramitar los Presupuestos de la Generalitat de 2019.

El contenido de la propuesta será desvelada el lunes, tras la reunión del Govern. Junto a la portavoz, Elsa Artadi, comparecerá el mismo Aragonés que detallará su proyecto de presupuestos. Reservándose, eso sí, una carta en la manga, la de la reforma fiscal que tan solo mostrará el mismo miércoles en el Parlament si el ‘feedback’ que llegue de Catalunya En COmú podem es positivo.

Será un debate-espejo al vivido en el Congreso. ERC pedirá el apoyo de los ‘comuns’ por las mismas razones que a ellos no les bastaron para votar los PGE. Y los pos-ecosocialistas rechazaran las cuentas por lo mismo que se lanzaron en tromba en las redes a repartir carnets de izquierda y negar que los republicanos lo fueran.

Si, contra todo pronóstico, hubiera buena sintonía, Aragonés reclamaría que los grupos aceptaran tramitar las cuentas para debatirlas en comisión --lo que no significaría dar su apoyo final--. Dicho de otro modo, el Govern no quiere que nadie haga con las cuentas catalanas lo que ERC y PDECat hicieron con los PGE, no superar ni el trámite de admisión.

Huelga decir que la aproximación de Elisenda Alamany y Joan Josep Nuet al republicanismo quizá no ayuda a tejer el máximo clima de entente.