JUICIO DEL 'PROCÉS'

Santi Vila: "El gran referéndum muta y se convirtió en una manifestación política"

Santi Vila cree que el referéndum lo financiaron "mecenas catalanistas"

Santi Vila cree que el referéndum lo financiaron "mecenas catalanistas". / periodico

Ángeles Vázquez / J. G. Albalat

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"El gran referéndum llega a un momento que muta y ya no lo reconozco como referéndum", ha asegurado este jueves en el Tribunal Supremo el 'exconseller' d'Empresa Santi Vila, acusado de desobediencia y malversación. Se convirtió, a su entender, en una "movilización política". El procesado ha recalcado que después de la suspensión de la ley del referéndum, aprobada el 6 de semptiembre del 2017,  nadie del Gobierno tomó ninguna decisión sobre la consulta soberanista. Él dimitió de su cago el 26 de octubre del 2017, un día antes de que la cámara catalana declarara la independencia. "Hasta el último momento negociamos con el Gobierno central un paren máquinas para buscar una solución política", ha aclarado. El 'exconseller' ha afirmado que con esa "movilizacion política" se pretendía sacar del "inmovilismo al presidente del Gobierno", aunque "no supimos crear la confianza suficiente para dar frutos".

El exconseller, defendido por el abogado Pau Molins, ha explicado que existía "una presión muy fuerte para que el Ejecutivo tomara decisiones de carácter unilateral". Y que Puigdemont tomó una decisión que ",alguno llamó argucia parlamentaria", para "desescalar" esa presión: "Anunció por sorpresa, incluso para buena parte del arco parlamentario, que el Govern iba a trabajar para que se convocara un referendum. Era el verano del 2016. ¿Qué quería decir con referendum o referendum? Que se iba a acordar algún tipo de consulta al considerar  que el consenso se había roto y que una votación" podría reconstruirlo. Ha agregado: " Pensamos tensar la cuerda y que no se rompiera".

Dimisión

El exconseller ha admitido que dimitió "frustrado", porque a partir de la noche del 1 de octubre había discrepancias sobre lo que había pasado ese día. "Unos reconocen un referendum que obliga y les interpela, otros pensamos que es una movilización muy importante de más de dos millones de catalanes a favor de la independencia, pero que había otros tantos que se habían quedado en casa y no se sentían interpleados". Ha subrayado: " El Govern tenía la obligación ser un gobierno de todos".

Vila ha concretado que formó  parte de lo políticos que interlocutaron con altos dirigentes del partido socialista y del Gobierno del PP, que también "tenían un alto interés en desescalar". Lo hizo por "orden" del entonces presidente Carles Puigdemont.  "Algunos pensaban que lo del 1-O nunca pasaría, pero había pasado, las cargas policiales (...) pero muchos nos comprometimos para intentar evitar la suspensión del autogobierno. Desde  el Gobierno de España se nos advertía: alungos habéis prometido la independencia y os vais a quedar sin independencia." 

En este sentido, ha precisado: "Se inició un proceso con interlocutores que de buena fe querían evitar que esto acabara mal. Creo que el 25 de octubre lo habíamos conseguido y nos fuimos a dormir con esa sensación de paz interior, que no se iba  tomar ninguna decisión unilateral y que se convocarían elecciones". Puigdemont, al final, se decantó por la declaración unilateral de independencia y Vila cesó de su cargo. 

"Intentamos tensar la cuerda porque desde 2010 teníamos más de dos millones de ciudadanos con un sentimiento y una reivindicación cívica pacífica y persistente. Era una obligación para la política saber encauzarlo", ha detallado el 'exconseller'. "No lo conseguimos en términos de mal menor, porque si no hubiera sido por la tristeza de los acontecimientos del 1-0 (iniciativas policiales innecesarias) tampoco habría ido a votar tanta gente. Muchos me confirmaron que había ido a votar por solidaridad" y que la Policía Nacional y la Guardia Civil tuvieron una actuación "tan poco de acorde con un estado tan democrático y moderno como es España". Ha insistido que lo que hapasó en Catalunya es "impropio de una sociedad democrática y avanzada, como es la española. Si fuera ahora haríamos las cosas de otra manera".