JUICIO DEL PROCÉS

Jordi Turull: "Que se presente Catalunya como violenta es delirante"

El 'exconseller' Jordi Turull, durante una sesión del juicio en el Supremo.

El 'exconseller' Jordi Turull, durante una sesión del juicio en el Supremo. / J. J. GUILLÉN

Ángeles Vázquez / J. G. Albalat

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A medida que comparecen acusados ante el tribunal del 'procés' se va comprobando cuáles son las líneas compartidas por las defensas, tanto de los que no responden al fiscal, como Oriol Junqueras y Raül Romeva, como los que sí, como el 'exconseller' Joaquim Forn. Todos coinciden en negar que hubiera violencia y en asegurar que se intentó el diálogo por todas las formas posibles porque el derecho de autodeterminación es legítimo. Jordi Turull no defraudó y sostuvo que "que se presente a la sociedad catalana como violenta, es un relato delirante que no tiene sentido".

El 'exconseller' de Presidencia fue muy contundente: "Quien intente generar violencia en Catalunya, cualquier partido que insinúe que para conseguir la independencia se necesita violencia" está condenado al "fracaso". Añadió que "piense lo que piense la gente es pacífica. Somos el país de Pau Casals".

Sentadas las bases de negar la violencia, pasó al contraataque: "El gobierno de España, menos política, está dispuesto a hacer de todo". Recordó lo "de la fiscalía te lo afina" y trató de contraponer eso, junto con la supuesta politización del Constitucional y hasta "las cloacas del Estado" frente a la labor del Govern de Carles Puigdemont de dejar votar.

Tras remitirse al servicio militar obligatorio aseguró que "si hay voluntad política se puede encontrar encaje en la Constitución" para "el derecho de autodeterminación". "Cuanto más dialogo pedíamos, el gobierno central nos enviaba el mensaje de te denunciamos por aquí o por allá. Le hemos hecho mil propuestas al gobierno e insistiremos", sostuvo el acusado para el que la fiscalía pide 16 años de cárcel por rebelión y malversación.

No son ovejas

Turull previamente había explicado que "los ciudadanos de Catalunya no son ovejas, no son gente militarizada. Sean independentistas o de extrema izquierda o de extrema derecha tienen criterio. El movimiento independentista va de abajo arriba. Y hay unos partidos que pretenden dar una salida política". Su explicación para tratar de desarmar el relato fiscal de lo ocurrido en Catalunya se completó cuando añadió que "en Catalunya la palabra resignación no existe en el diccionario político". [Sigue el juicio del 'procés' en directo, con 'streaming' desde el Tribunal Supremo.]

Esa fue una de las veces en que el presidente del tribunal, Manuel Marchena, le recordó que él puede contestar o no, pero tampoco puede cuestionar el escrito de acusación de la fiscalía, porque eso le corresponde a su abogado. Turull replicó que el Pacte Nacional per Catalunya trató de buscar un acuerdo con el Estado. “No hubo estrategia de confrontación. Como dijo (el poeta Antonio) Machado, antes de hablar hay que escuchar, pero nadie nos escuchaba", se quejó para insistir en que "hasta el último minuto se buscó que el referéndum fuera pactado". Al fiscal Jaime Moreno se le escapó la respuesta: "Pero no se pactó".

A votar tras ponderarlo

Turull justificó con la ponderación la actuación del Govern. "Un político tiene que ponderar todo. Ponderar lo que dice la ley, ponderar que el Gobierno por ley se debe al Parlament, ponderar que el Congreso había despenalizado la convocatoria de un referendum, ponderar que el votar no puede ser un ilícito en una democracia y ponderar que nos debemos a los ciudadanos de Catalunya”, sostuvo.

Se quejó de recibir el apercibimiento del Constitucional que ilegalizaba el 1-O a la vez que una querella por incumplir sus resoluciones. "Eso de ponerse el traje de constitucionalista en un chollo, porque te permite no cumplir las sentencias del Constitucional. El gobierno incumple cada día sus sentencias del Constitucional (según su cómputo, 25)n y yo por una notificación llevo un año en la cárcel. Después dicen que no nos persiguen por nuestras ideas", se explayó.

Según Turull, la declaración unilateral de independencia fue "una declaración política, la expresión mayoritaria del pueblo de Catalunya" y "no se gastó ni un euro en el referéndum". "El Gobierno central nos controlaba tanto si estábamos gastando dinero para el referéndum, como para el circuito de motocrós o el banco de sangre. Era subrealista y una total de falta de confianza en los funcionarios públicos", se quejó para negar que las campañas de publicidad que le atribuye la fiscalía para el referéndum se pagaran.

Previamente él había explicado que fue candidato a la presidencia de la Generalitat de Catalunya por Junts pel Sí, partido que nunca fue impugnado por la fiscalía. Ello le dio la oportunidad de explicar que Junts pel Sí significa "Juntos por el sí, no porque sí", para a partir de ahí añadir que "no es ninguna anormalidad que intentes hacer aquello con los que te has comprometido con los ciudadanos".

Los pinitos del fiscal

Turull comenzó su interrogatorio reclamando la compra de auriculares (No mire los auriculares como un gasto, mírelo como una inversión") para poder declarar simultáneamente en catalán, "no por tema emocional, sino por garantías". Como el Supremo solo permite la consecutiva, optó por el castellano, pero a lo que sí que se negó es a contestar por otros consejeros que salieron o entraron en el ejecutivo de Carles Puigdemont. De hecho, la referencia del fiscal sobre los huidos llevó a su abogado a decir que "no estaban procesados en la causa", a lo que el fiscal le respondió: "procesados sí están, pero están huidos".

La traducción del acuerdo del Govern en el que se acordó repartir gastos, que, según Turull, se firmó por el Govern al igual que la convocatoria de referéndum para evitar la literatura de quién estaba más o menos comprometido, llevó al fiscal a proclamar "sus pinitos" en catalán, por su experiencia en otros procedimientos, como el seguido contra Francesc Homs por el 9-N.