PRIETAS LAS FILAS FRENTE AL 'PROCÉS'

La derecha busca el gol de Iniesta

La manifestación contra Sánchez se nutre principalmente de gente mayor en un ambiente de frenesí nacionalista que recuerda la celebración del Mundial que ganó España

Vista  aerea Manifestación de las derechas en la plaza de Colón de Madrid

Vista aerea Manifestación de las derechas en la plaza de Colón de Madrid / periodico

Juan Carlos Rosado

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Cualquier ‘Robinson Crusoe de la política’ que se hubiera asomado por la Plaza de Colón en la nubosa mañana de este domingo podría haber creído que allí se estaba celebrando el segundo Mundial de la 'Roja'. Esta vez sin Iniesta, pero con una tripleta atacante demoledora y ansiosa por perforar la ‘desguarnecida’ meta de Pedro Sánchez. Nada más y nada menos que el trío de la agresiva delantera del ‘Derecha Española CF’, un club fundado recientemente bajo la consigna de barrer a Sánchez de la Moncloa antes de que la patria salte por los aires a manos de los independentistas catalanes.

Allí estaban Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal envueltos en miles de banderas rojigualdas para meterle al "okupa" de la portería gubernamental un gol por la escuadra en nombre de PP, Ciudadanos y Vox. Eso sí, con la inestimable ayuda de un VAR controlado por miles de manifestantes dispuestos a sancionar los fueras de juego del líder del PSOE.

Entre esos ‘árbitros por un día’ predominaban los varones de más o menos avanzada edad, gente veterana que dejó claro su hartazgo con eslóganes como "Viva la policía, la guardia civil y la bandera nacional", "No queremos relatores", "Viva la Constitución", "Okupa dimisión" y "Catalunya es España".

Un ‘speaker’ parecido al que en los campos de fútbol calienta el ambiente arengaba a las masas con lemas y cánticos un tanto forzados. Como el célebre ‘Delilah’ de Tom Jones, cuya letra tuvo que sufrir una inopinada transmutación castellano para ajustarla al espíritu de la convocatoria: "My-my-my, Es-pa-ña". Tampoco se salvó del ‘plagio’ el bueno de Serrat, acostumbrado ya a que su eufórico ‘Hoy puede ser un gran día’ valga lo mismo para un roto que para un descosido.

Casi debutantes

Entre esos concentrados estaban Juan Carlos y Gloria, un matrimonio de abogados a los que los "vaivenes" de Sánchez han acabado ‘arrastrando’ hacia la plaza de Colón. Para los dos era su segunda manifestación, después de haberse estrenado con la del 11-M. Almas gemelas tanto en lo sentimental como en lo político, simpatizan con Ciudadanos y tienen la sensación de que no podían faltar a esta cita porque la unidad de España "está en peligro".

"Me he decidido a venir por la incertidumbre en la que estamos con un Gobierno que hoy dice blanco y mañana, negro. Me siento indefenso frente a los independentistas, que intentan imponer el criterio de unos pocos a la mayoría", confesaba Juan Carlos.

Gloria está "indignada" con Sánchez, al que acusó de "afán de protagonismo" y de estar "engañando a todos" para seguir en La Moncloa. "Le están haciendo chantaje y está cediendo", denunció la procuradora de los tribunales. Mientras tanto, el recalcitrante animador encontró un hueco para avisar de que algo impactante se aproxima. "¡Y ahora nos vamos a emocionar con el himno!", tronó.

En la franja más joven se situaba Ignacio, un economista de 28 años simpatizante de Vox que está harto de "las cesiones al separatismo". "Sánchez es rehén de quien le apoya y por mucho que diga que ha roto va a tener que seguir cediendo", auguraba antes de mostrar su "confianza en la justicia" con vistas al juicio del ‘procés’. "Creo que los jueces son más o menos independientes y no van a ceder al Gobierno o a los separatistas". Aunque tengan la misma raíz, Ignacio tenía claro que no es lo mismo independiente que independentista.

Ruptura sospechosa

Ni a Juan Carlos ni a Gloria les convencía la ruptura "in extremis" de Sánchez con el Govern de Torra. "Lo único que hace es reafirmarme en mi convicción de que está dominado por los independentistas y es un veleta que cuando ve las orejas al lobo recula. A mí me daría vergüenza ser como él", sentenció la indignada Gloria. Su marido asentía y aportaba un argumento cargado de recelos: "Hoy dice que no negocia, pero pasado puede decir que han cambiado sustancialmente las circunstancias y volver a la negociación".

Su desconfianza se extiende también al apoyo de Vox a la manifestación, aunque lo da por bueno en aras de la transversalidad. "Me quema un poco que estén aquí, pero su presencia es marginal: lo importante es dar un toque de atención a Sánchez y recordarle que en la moción de censura dijo que iba a estar solo para convocar elecciones".

A Gloria le da "mucho miedo" todo lo que huela a "enfrentamiento". "Me preocupa el mal ambiente que se está generando con una comunidad a la que queremos mucho. Me da tanta pena que no pienso volver a Catalunya hasta que se solucionen las cosas", confesaba.

Catalunya como detonante

De la misma quinta que Juan Carlos es José Antonio, funcionario de 60 años al que también le preocupa España y su "deriva negativa". "El independentismo ha sido el detonante porque esto es ya un cachondeo, con un presidente interesado que ha roto con los catalanes porque se le venía esto encima", denunciaba.

El ‘odioso’ Sánchez concitó también las iras de Juan, enojado por "el desastre de presidente que tenemos". "Unas veces es Pedro, otras veces es el presidente… Este es un mentiroso capaz de matar a su madre y después adorarla", murmuraba este ciudadano "de derechas" al que Vox no le parece "de ultraderecha".