DEBATE INTERNO EN EL SOBERANISMO

El PDECat y la Crida ultiman un pacto para convertirse en una federación

David Bonvehí y Carles Puigdemont

David Bonvehí y Carles Puigdemont / EFE / STEPHANIE LECOCQ

Fidel Masreal

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Como una nueva Convergència i Unió, así puede acabar la actual batalla entre los espacios políticos del posconvergente PDECat y la puigdemontista Crida Nacional per la República. Fuentes conocedoras de los contactos entre ambas partes confirman la voluntad de crear, tras las elecciones municipales, una estructura de relaciones en forma de federación que evite una guerra total en un mismo espacio político.

A la vista de que ni ERC ni la CUP han comprado la propuesta de la Crida de convertirse en paraguas de todo el independentismo, solo queda una duda: cómo la plataforma que lideran Carles Puigdemont y Jordi Sànchez convivirá con el PDECat. Así, por un lado, fuentes cercanas al 'expresident' sostienen que este ve clara la necesidad de un armisticio. Y por otro, el líder de los posconvergentes, David Bonvehí, ya ha elaborado incluso documentos que ha remitido a los presos independentistas sobre el reparto de cuotas. El cabeza de lista en las elecciones al Parlament sería para la Crida; y en las elecciones generales, para el PDECat. Aparte, se plantea un reparto económico y de las listas electorales.

Aval de los presos

La apuesta a favor de un pacto de no agresión, traducido en una federación, contaría con un apoyo clave: el de los presos del PDECat, Jordi TurullJosep Rull y Joaquim Forn. Ellos son decisivos porque integran, junto con Bonvehí y la vicepresidenta del partido, Míriam Nogueras, la comisión creada por el congreso del PDECat para definir la propuesta que han de votar los asociados del partido. También el 'expresident' Artur Mas es un firme partidario de un pacto similar al que mantuvieron durante años democristianos y convergentes.

Los más recelosos en el PDECat temen que con la Crida suceda como con Unió: de acuerdo con lo pactado, tenía derecho a una determinada cuota en las listas electorales, aunque en la práctica su implantación territorial fuera escasa. Ahora la Crida carece de esta presencia territorial y para ello necesita al partido de Bonvehí. Un partido que también asume que hoy por hoy el liderazgo de este espacio político es el de Puigdemont, porque venció contra pronóstico a ERC en las elecciones y tiene un gran tirón movilizador.

El liderazgo

El liderazgo es precisamente el talón de aquiles del PDECat. El partido asume que si se precipitara una convocatoria electoral, la falta de un cartel sería un hándicap notable. Por eso se apuesta por hacer aflorar la cantera municipalista y figuras como el alcalde de Igualada, Marc Castells. Pero emerge también la ‘consellera’ de Empresa, Àngels Chacón, a la que se ve como una persona capaz de generar carisma.

Otra cuestión será si todo ello no se convierte en una tregua falsa, tras la cual la Crida sigue tratando de absorber al PDECat y este, por su parte, intenta minimizar el impacto de la marca de Puigdemont en unos espacios ya consolidados por el partido, que ha decidido mayoritariamente no diluirse en la Crida.