El consell de Llach propone crear un foro constituyente con ciudadanos anónimos, entidades y cargos locales

Lluís Llach y Quim Torra, en la reunión del consejo asesor del Fórum Cívic i Constituent.

Lluís Llach y Quim Torra, en la reunión del consejo asesor del Fórum Cívic i Constituent. / ALBERT BERTRAN

Fidel Masresl / Barcelona

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Hará falta un mapa. Un mapa muy grande, con muchos diagramas, para entenderlo.  "Sé que es farragoso", se le escaba a Lluís Llach en la rueda de prensa en el Palau de la Generalitat a la hora de presentar los planes para llevar a cabo un proceso de debate constituyente en Catalunya. ¿Qué es un debate constituyente? El paso previo a elaborar, o no, una nueva Constitución. "Muchas gracias por no haber dormido", ironizaba tras tratar de explicar el esquema de trabajo del consejo asesor que Llach preside y se ha reunido en Palau. Un consejo asesor para el impulso del foro cívico y social para el debate constituyente, que es la forma, menos predeterminada y más abierta, que finalmente tomó la promesa del 'president' Torra de convocar un proceso constituyente.

Así, al ecosositema soberanista se añadirá otra plataforma, el Foro Cívico y social Constituyente, que ha de elaborar, según Llach, "las bases constitucionales" de la futura Catalunya. Eso sin prefigurar una Constitución como elemento final de los debates.

La cuestión iría del siguiente modo: a partir del verano -para dejar pasar antes las elecciones municipales- y durante seis meses, se trata de organizar debates en toda Catalunya sobre el futuro que quieren los ciudadanos. Debates autoconvocados. Estos debates generarán una serie de propuestas, que se volcarán en un nuevo foro: la Entesa nacional pel debat constituent. Con representantes de entidades y asociaciones. Esta entesa será la que creará el Foro Cívico.

Sin objetivo final prefijado

El Foro tendría entre 1.000 y 2.000 miembros, divididos en cuatro grupos: ciudadanos que hayan participado en los debates iniciales, escogidos por sorteo; ciudadanos escogidos aleatoriamente entre toda la población (los que quieran participar, se entiende); representantes de asociaciones; y finalmente representantes de ayuntamientos, en proporción al peso de cada partido.

Este Foro es el que finalmente, y con las propuestas surgidas de la fase inicial, ha de acabar elaborando "las bases constitucionales del futuro político" de Catalunya. Y entregar estas conclusiones a los partidos para que, a su vez, decidan, o no, convocar una asamblea o Parlament constituyente. Es lo que se forja en el caso de creación de nuevos Estados o de reorganización profunda de las bases constitucionales como se hizo en paísos como Islandia.

Llach ha presentado este complejo plan de trabajo rodeado de los miembros del consell assessor que él preside y que, según ha subrayado, no quiere prefigurar ningun estadio final de los debates y actúa con total autonomía, y de forma "inclusiva, participativa y transversal". Los miembros del consell han explicado que este plan de trabajo se ha hecho a imagen y semejanza de los procesos constituyentes que se han llevado a cabo en otros países, como se abordó en unas jornadas que impulsó el 'exconseller' de Acció Exterior, ahora encarcelado por el 1-O, Raül Romeva.