Arrimadas se querellará contra Torra por amparar la violencia

La líder de la oposición en el Parlament, Inés Arrimadas, ha anunciado este miércoles que presentará una querella contra el presidente de la Generalitat, Quim Torra, por “amparar, justificar y consentir” las acciones violentas ya acaecidas en los últimos meses y las que puedan suceder a lo largo de la jornada del próximo viernes, del 21-D.

Este anuncio de la interposición de una querella preventiva, por cuanto los actos violentos no han tenido lugar aún, se ha producido en una de las intervenciones habitualmente duras de Arrimadas, llenas de adjetivos calificativos. El objeto del pleno era recuperar el debate sobre lo sucedido en los días 6 y 7 de septiembre del 2017, cuando el Parlament aprobó la ley del referéndum del 1-O y la de transitoriedad jurídica. “Fue una infamia, un golpe al Estado que aún prosigue”, ha detallado Arrimadas.

De hecho, la líder de Ciudadanos en Catalunya ha centrado su intervención en la supuesta vigencia de ese no menos supuesto golpe de Estado, muy en la línea de lo que defiende su partido en el Congreso de los Diputados. Cabe recordar que el martes, el jefe de filas de los 'naranja', Albert Rivera, reiteró la conveniencia de aplicar, de nuevo, el artículo 155 de la Constitución en la comunidad catalana.

Como prueba de cargo de que el ataque a la Constitución se mantiene, la jefa opositora ha blandido los escritos “racistas” del ‘president' Quim Torra y le ha afeado que mentara la llamada ‘vía eslovena’.

Y recuperando lo expuesto en la sesión de control, Arrimadas ha culpado a Torra de los brotes violentos que hayan podido ocurrir –como el intento de asalto al Parlament de hace un par de meses—y los que puedan suceder. Según la líder 'naranja', el 'president' es "el portavoz de los CDR en el Govern"

"Vergüenza"

"¡Qué vergüenza anunciar una querella al 'president' de la Generalitat!", ha espetado Torra en respuesta al anuncio de Arrimadas. Torra ha reclamado a los letrados del Parlament que analicen el hecho de que Ciutadans no se ciña al contenido del debate anunciado.

El 'president', respecto a lo sucedido el 6 y 7 de septiembre del 2017 -la aprobación de las leyes de 'desconexión'-, ha reivindicado el derecho del Parlament a debatirlo "todo" sin "amenazas". "La libertad a ustedes les incomoda", ha dicho en relación a Ciutadans.

Sobre la decisión del 6 y 7 ha obviado toda autocrítica, ha defendido las decisiones para evitar una minoría "de bloqueo" y ha replicado: "“Diputados de Ciudadanos, PSC y PP, ustedes se cogen a la tramitación por vía de urgencia de dos leyes para tapar quién se ha dedicado a obstruir el buen curso de la democracia en Catalunya desde hace años”. "Fue necesario utilizar el artículo 81.3 para introducir un punto en el orden del día", ha argumentado.

Ha asegurado que la culpa es de la oposición por negarse a apoyar la reforma del reglamento del Parlament. "¿Se pensaban que con esa estrategia de bloqueo y amenazas la mayoría dimitiría de su responsabilidad parlamentaria? La mayoría intentó hacer las leyes por ponencia conjunta, ustedes persiguieron las conclusiones llevándolas al Constitucional, el debate se hizo de la manera que ustedes forzaron a hacer", ha alegado. "Se siguieron todos los procedimientos legales y reglamentarios", ha asegurado, obviando los pronunciamientos en contra de los letrados y del Consell de Garanties Estatutàries.

Democracia y Constitución, no sinónimos

“Tras cuarenta años, democracia y Constitución no son sinónimos. ¿Quién se ha de adaptar, la ley o la voluntad popular?”, ha añadido, en una intervención en la que ha cuestionado la legalidad porque, a su juicio, “el marco legal ha perdido legitimidad porque no es el que querría la mayoría de ciudadanos Alguien diría que no es verdad. No estoy de acuerdo. Solo se me ocurre una manera de resolver la duda: votando. Es lo que hicimos el octubre del año pasado con el referéndum.  Y la respuesta fue muy clara. Clarísima”.

El 'president' ha cuestionado que la oposición recurra al Tribunal Constitucional, obviando que el Govern también ha recurrido al Alto Tribunal en los últimos años pese a la resolución del Parlament del 9 de noviembre del 2015 en la que se cuestionaba la legitimidad del TC.

Precisamente la alusión a la interposición de querellas por parte de Torra -la última, al líder de Ciudadanos en Andalucía, Juan Marín- ha centrado la intervención de Arrimadas en la continuanción del pleno por la tarde. "Tiene usted la piel muy fina", le ha dicho al 'president'. La líder de la oposición también ha acusado al Govern de ser un "auténtico peligro público" por su supuesto desprecio a las leyes.

Tender puentes, y no cavar trincheras

Miquel Iceta (PSC) y Jéssica Albiach ('Comuns') han estado más conciliadores, pero ambos han criticado lo sucedido en las jornadas del 6 y 7 de septiembre del año pasado. Según el líder del PSC, se trata del "error más importante cometido por una institución catalana desde 1977". En todo caso, Iceta se ha mostrado partidario de "tender puentes, y no cavar trincheras" entre bandos.

Albiach ha subrayado "el fracaso de la vía unilateral, que deja fuera a la mitad de Catalunya", y ha instado a Torra a "dejar de insistir en ella". "Si quieren cambiar la realidad no puede hablar de ultimátum y luego pedir diálogo. No puede decir una cosa y la contraria", ha añadido.

El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha asegurado que los independentistas "en el fondo se avergüenzan" de lo que sucedió en las sesiones parlamentarias del 6 y 7 de septiembre del 2017. 

Los grupos soberanistas han dirigido críticas al anuncio de la querella de Ciutadans (Natàlia Sánchez, de la CUP, ha acusado a Arrimadas de actuar preventivamente como en la película 'Minority Report') y, sin hacer ninguna autocrítica, han defendido que lo único que hizo la Mesa del Parlament en aquellas jornadas fue permitir el debate.

Contra las acusaciones de querer silenciar a la oposición, Gerard Gómez del Moral (ERC) ha acusado a Ciutadans de "querer borrar a dos millones de personas". Y Lluís Guinó (JxSí) ha recuperado el argumento de que el independentismo quiso crear una ponencia conjunta para debatir sobre las leyes de ruptura, por lo que en realidad no impidió a la oposición ejercer sus derechos, en su opinión.

En una breve intervención final, Torra ha evitado entrar a fondo en el debate y se ha limitado a hacer una defensa genérica del "diálogo".