El 155 de la derecha no convence en las Cortes

En competencia entre sí por enarbolar el banderín del 155, Ciudadanos y PP no han convencido en su estrategia desplegada en las Cortes para retratarse antes del Consejo de Ministros en Barcelona. En el Congreso ha fracasado la iniciativa presentada por los liberales, y, al poco, en el Senado el PP ha rebotado contra la tranquilidad del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que confía en un 21D en calma.

En las agendas de ambas cámaras han coincidido una proposición no de ley (Ciudadanos en el Congreso) para que se envíe a la Generalitat el preceptivo requerimiento previo a la aplicación del 155, y una interpelación (PP en el Senado) para que Moncloa dicte un Real Decreto que declare que en Catalunya "existe una situación de interés para la seguridad nacional".

Albert Rivera, defendiendo el 155, ha hecho responsable al Gobierno de España "si este viernes hay una desgracia, si se cortan carreteras, si no se puede reunir el Consejo de Ministros… Porque ya sabemos que el señor Torra no respeta la democracia, pero ustedes deben hacerla respetar".

Rivera ha hecho una advertencia a los socialistas: condiciona posibles futuros diálogos a que el Gobierno Sánchez aplique un 155 total o parcial en Catalunya: "Si hoy tocan el botón rojo, si votan en contra de aplicar el 155, van a romper todos los puentes para un futuro", les ha advertido.

"Conflicto civil"

Y los socialistas han hecho oídos sordos a la amenaza. "No hay hechos jurídicos que justifiquen la aplicación del 155. Ustedes con su propuesta banalizan el 155", ha dicho el diputado del PSC José Zaragoza, que ha acusado a los naranjas de "atizar el conflicto y sacar réditos electorales. Son ustedes unos pirómanos".

El Grupo Popular ha apoyado "la destitución del Gobierno de la Generalitat" porque "nos amenaza con un conflicto civil", ha opinado el diputado tarraconense Jordi Roca, tras acusar al Govern Torra de "abrirle las puertas a ETA", hacerse "selfies con etarras" y permitir "que se hagan listas de jueces, se arroje estiércol en los juzgados, se corten carreteras y se agreda a quien piensa diferente o lleve una bandera de España".

En sentido muy contrario, desde Podemos se ha celebrado los intentos de Moncloa de llevar a cabo una reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra el viernes en Barcelona.

Los nacionalistas catalanes han rechazado también la propuesta con contundencia. Jordi Xuclá (PDeCAT), ha acusado a Rivera: "Parece que usted desea que ocurra algo del día 21, que los Mossos no aseguren la seguridad como la van a asegurar". Y ha abundado: "Parece que su sueño inconfesable es la supresión del Estado de las Autonomías".

Jordi Salvador, de Esquerra –que ha aprovechado su intervención para recordar al ministro Borrell el caso del escupitajo: "Aún espero disculpas públicas por su calumnia", ha dicho-, ha incluido a Ciudadanos en "la cruzada" de la ultraderecha por "la sacrosanta unidad de España". Y ha recurrido a la admonición: "Ya podéis enviar de nuevo a miles de policías, a toda la brigada judicial, y pervertir el sistema de Justicia: pero no renunciaremos jamás a nuestros anhelos", ha advertido, para terminar recordando una tradición de Prat de la Riba, Companys, Josep Irla...: "Si perseveramos en circunstancias mucho más adversas, ¿no vamos a aguantar su 155? ¡Anda ya!"

Pero esa contundencia no ha eclipsado una destacada y breve intervención del peneuvista Aitor Esteban adornándose en el desprecio a la propuesta de Rivera: "Métanselo en la cabeza: no cabe suprimir una autonomía; no es constitucional", le ha dicho. Considerando la propuesta irrealizable porque corresponde al Gobierno proponer la aplicación del 155 y no a la oposición, y debatirla en el Senado y no en el Congreso, Esteban había comenzado su turno asegurando: "Seré breve, porque esto no da mucho de sí", y lo ha terminado bajando del atril con un "… y me han sobrado dos minutos".

A favor en el Senado

El PP, de la misma forma que Ciudadanos ha hecho preguntando en la sesión de control, ha llevado la cuestión catalana a la Cámara Alta a través de una interpelación al ministro del Interior, Grande-Marlaska, sobre las medidas de seguridad que el Gobierno va a adoptar durante el próximo 21-D. "Tranquilidad" y "confianza plena en la profesionalidad de los mossos d'Esquadra" ha sido la respuesta del ministro, que ha acusado a la senadora del PP Clara San Damián de "hacer propaganda" con en su discurso sobre Catalunya. 

"Ustedes se llevarán un disgusto si no ocurre ese cataclismo que auguran para el viernes 21", ha ironizado Grande-Marlaska después de que la senadora popular advirtiera al Ejecutivo de las "acciones subversivas" que preparan los CDR para "lograr la paralización y el caos en Catalunya".

Ante las alertas de San Damián, el ministro ha sido claro: "El Gobierno de España, el día 21 de diciembre, no será ni un Gobierno secuestrado ni un Gobierno invasor".