NEGOCIACIONES

Cs abre ya la puerta a que el PP presida la Junta

El candidato de Ciudadanos a la Junta de Andalucía, Juan Marín, en un mitin en Linares.

El candidato de Ciudadanos a la Junta de Andalucía, Juan Marín, en un mitin en Linares. / CARLOS CID GAITÁN

Pilar Santos / Julia Camacho

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Lo que era "irrenunciable" hace dos días para Ciudadanos ya no lo es. El número dos de los naranjas, José Manuel Villegas, rebajó este lunes las exigencias de su partido para negociar con el PP el cambio de Gobierno en Andalucía y ya no descartó que Juan Manuel Moreno, el candidato de los populares, pueda presidir la Junta. La "única línea roja" es que el PSOE no gobierne, afirmó Villegas, que repitió que prefiere que sea su cabeza de cartel, Juan Marín, el futuro jefe del Ejecutivo regional, aunque ya parecía que lo dijera con la boca pequeña. 

Villegas considera que, si finalmente Moreno ocupara ese puesto, se verá obligado a dar explicaciones por la corrupción de los numerosos escándalos de su partido. Sin embargo, en el PP no quieren oír hablar de cualquier otra opción. Pablo Casado ha repetido en varias ocasiones que no piensa renunciar a que su partido presida la Junta porque es el más votado en ese eje de derechas que aspira a conformar. En las elecciones del pasado día 2, el PP consiguió 26 diputados, Ciudadanos 21 y Vox, a los que necesitarán para investir al presidente elegido, 12 escaños.

El acuerdo entre PP y Cs se empezará a negociar este martes en Sevilla, y la dirección de los populares espera que la operación sea rápida. Casado desea "un acuerdo global" que incluya el reparto de la Mesa del Parlamento (en la que prevén que un puesto sea para la formación de ultraderecha), la investidura y también un pacto con medidas para gobernar. 

Los 25 puntos en común

Los populares llegarán a la cita con los programas electorales de las tres fuerzas bien estudiados. De hecho, el PP andaluz ha identificado hasta 25 puntos en los que las tres pueden coincidir. Casado dio la orden de negociar de forma bilateral con Ciudadanos, proponer a Moreno para la investidura y, después, requerir el apoyo de Vox a la votación. "No habrá una alianza de tres derechas", repitió en varias ocasiones el jueves, en la recepción tras el acto de homenaje a la Constitución en el Congreso. Los radicales de Santiago Abascal no participarán en esas reuniones, porque ya descartaron entrar en la Junta. No quieren "ni cargos ni cargas", afirmó su líder.

El PSOE, por su parte, reunió este lunes al comité director para hacer análisis de los resultados electorales y plantear la opción de iniciar contactos con el resto de formaciones “constitucionalistas” para explorar la posibilidad de formar gobierno con la legitimidad que otorga haber sido de nuevo la fuerza más votada, según indicó la secretaria general, Susana Díaz. “A este partido no le va a poner de rodillas nadie, porque nadie puede ocultar que ha ganado las elecciones”, clamó Díaz, para reclamar de nuevo la abstención de Cs. “Parece que lo nuevo es mejor”, ironizó. La autocrítica la limitó a que “quizás no se haya recuperado la agenda social a la velocidad que demandaban los ciudadanos”. 

El apoyo de "homófobos" y "racistas"

En cualquier caso, la todavía presidenta en funciones insistió en su ejercicio de responsabilidad y compromiso con el millón de votantes del PSOE para “garantizar la gobernabilidad” desde el “respeto a la Constitución y el Estatuto de Autonomía”, en alusión a Vox. Y una vez más apeló a Cs para que decida si quiere contar con el apoyo de un “partido ultraderechista, homófobo y racista” durante toda la legislatura, una opción descartada en algunos países de la Unión Europea.