RESULTADO DE LOS CONSERVADORES

El PP se prepara para "liderar el cambio histórico" en Andalucía

Pablo Casado y Juan Manuel Moreno

Pablo Casado y Juan Manuel Moreno / EFE / A. CARRASCO RAGEL

Pilar Santos / Madrid

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Alegría desbocada en la calle de Génova. Pese a obtener el peor porcentaje de voto desde 1982 (20,7%) y pese a perder siete escaños, el juego de alianzas ha abierto la puerta de la Junta de Andalucía al candidato del PP, Juanma Moreno. Tanta euforia demostró que no se lo esperaban. Los conservadores lograron aguantar la segunda posición con 26 diputados, a distancia de Ciudadanos (21) y Adelante Andalucía (17). Moreno respiró aliviado y también el presidente de los conservadores, Pablo Casado. El primero sabía que una derrota clara y sin opciones se saldaría con su cese. El segundo se sometía a su primer examen tras la elección y lo ha pasado con mejor nota de lo que él mismo esperaba. "Esta es la primera piedra para Pedro Sánchez", avisó Casado al presidente del Gobierno.

Los populares dejaron claro que se ven liderando esa posible alianza de "las derechas" que permiten los resultados: sus 26 escaños se pueden sumar a los 21 de Ciudadanos y los 12 de los ultras de Vox para sacar a la socialista Susana Díaz (33 asientos) de la Junta. El líder del PP admitió en campaña que no tendría reparos para pactar con los radicales de Santiago Abascal y anoche lo confirmó. Pasadas las diez telefoneó a Moreno y le dijo que se preparara para "liderar el cambio histórico" en esa comunidad. "Andalucía quería cambio y va a tener cambio", proclamó el aspirante en la sede con el escrutinio casi completado. "La población buscaba nuevo Gobierno y nosotros siempre hemos sido muy honestos porque hemos dicho que representábamos la garantía del cambio. El cambio ha ganado", continuó entre aplausos. 

Pablo Casado, tras las elecciones en Andalucía: "El PP ha vuelto"

Pablo Casado, tras las elecciones en Andalucía: "El PP ha vuelto". /

Casado estaba tan eufórico que modificó los planes y en vez de su secretario general, Teodoro García Egea, fue él el que compareció ante la prensa, acompañado de toda la cúpula, para celebrar esa 'victoria'. El líder del PP no hizo referencia a la pérdida de escaños ni de votos (más de 315.000 desde 2015) y tampoco a Vox. "Esta dirección nacional se iba a implicar en la reconstrucción de la derecha y empezamos esa recuperación", afirmó obviando la división del voto en y las 395.000 papeletas que se llevó Vox. 

La derecha "troceada"

Pese a este silencio de Casado en plena noche electoral, la entrada triunfal de la ultraderecha en el Parlamento andaluz con 12 escaños ha acabado de encender todas las señales de alerta en el PP. José María Aznar, al que más de un dirigente culpa de hacer la campaña gratis a la formación de Abascal, llevaba meses advirtiendo de que la derecha estaba "troceada" en tres: PP, Ciudadanos y Vox. "Cuando yo dejé el Gobierno en 2004 legué un espacio electoral unido. Hoy ese espacio está dividido en tres y eso es muy mala noticia", alertó, lanzando una pulla directa a Mariano Rajoy.

Aznar vio con esperanza la victoria de Casado y confía en que pueda "reconstruir" la derecha. En Génova, anoche decían que sí, que si "sigue haciéndolo igual de bien", tiene margen para recuperar al PP antes de que lleguen las municipales, las autonómicas y las europeas.

Los obstáculos hasta ahora

La caída del PSOE (de 47 a 33 escaños) y la pérdida de un feudo como el andaluz por primera vez en 37 años ha disparado el optimismo del equipo de Casado, necesitado de una buena noticia tras cinco meses en la dirección del PP en los que ha hecho frente a graves problemas internos. El escándalo de su máster en la Rey Juan Carlos, las grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo por los que María Dolores de Cospedal tuvo que dimitir y, ahora, el mal uso de los fondos reservados de los que pudo hacer su actual portavoz en el Senado, Ignacio Cosidó, le han dado tantos quebraderos de cabeza que apenas ha podido centrarse en la estrategia del partido, señalan sus asesores. Ahora, con este resultado y con Moreno como probable presidente de la Junta, Casado puede pisar el acelerador para el ciclo electoral de mayo y también para esas elecciones generales que el presidente del Gobierno podría convocar en cualquier momento, aunque los datos de Andalucía parece que no se lo aconsejan.

Casado ha convocado este lunes en Génova al comité ejecutivo nacional. En él podrá celebrar este primer examen al llamado 'efecto Casado'. La convención nacional del partido llegará el próximo mes de enero, donde los populares deberán redefinir su ideario teniendo en cuenta el poderío de Ciudadanos (que ha multiplicado por dos sus escaños) y la llegada de Vox. "Esperemos que no se queden", decía anoche un dirigente conservador con la boca pequeña. Por lo pronto, en todo caso, van a empezar pactando con ellos.