El Gobierno azuza el miedo a Vox: "Su ideario es inconstitucional"

El Gobierno reconoce que está "preocupado" por el auge de Vox. A solo dos días de las elecciones andaluzas, todos los sondeos coinciden en que el partido de extrema derecha será la gran sorpresa de los comicios, entrando en el parlamento autonómico con hasta seis diputados, una irrupción que ha provocado que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, haya comenzado a azuzar el miedo a la formación liderada por Santiago Abascal, exdirigente del PP, durante el último tramo de esta campaña. Este viernes, tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta, Carmen Calvo, ha enviado un mensaje que va en la misma línea.

"A este Gobierno y a la inmensa mayoría de ciudadanos nos preocupa mucho un partido cuyo ideario es anticonstitucional. Casi todo lo que vemos que dice es inconstitucional", ha dicho la número dos del Ejecutivo, sin querer entrar en esas propuestas contrarias a la Carta Magna de Vox, una fuerza política que aboga, por ejemplo, por suprimir las comunidades autónomas.

Calvo, en todo caso, ha querido restar después cierta trascendencia a sus palabras, señalando que la presunta inconstitucionalidad de las iniciativas de determinadas siglas no tiene por qué significar que el Gobierno eluda tener cualquier relación. La vicepresidenta ha acudido aquí a un ejemplo cercano: el líder del PP, Pablo Casado, que el pasado jueves, durante un mitin en Málaga, señaló que Pedro Sánchez era un presidente "ilegítimo" porque "depende de los votos vergonzantes de la moción de censura y ha perdido toda dignidad al no defender a su ministro [en referencia a Josep Borrell] cuando el independentismo le escupe en el Congreso".

"El señor Casado llamó ilegítimo al presidente Sánchez, esto está muy fuera de la Constitución. ¿Eso significa que no vamos a hablar con Casado para la reforma de los aforamientos? No", ha explicado la vicepresidenta.

El hipotético cambio de las mayorías

Más allá de las valoraciones sobre las propuestas de Vox, los socialistas temen que la entrada del partido de ultraderecha pueda no solo restar apoyos al PP, ya que se nutre de antiguos simpatizantes de los populares, sino también truncar la reelección de Díaz. Parece improbable, pero el PSOE empieza a contemplar la posibilidad de que estos dos partidos y Ciudadanos sumen más que los socialistas y Adelante Andalucía, la marca de Podemos e IU en la comunidad.