PRESENTACIÓN EN EEUU

Felipe González, en su salsa en Nueva York

Los Reyes saludan al expresidente del Gobierno Felipe González.

Los Reyes saludan al expresidente del Gobierno Felipe González. / periodico

Idoya Noain

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A los 76 años y 22 y medio después de salir de Moncloa, Felipe González dice que ha “perdido la costumbre de hablar en público” pero no es recomendable tomar esas palabras al pie de la letra. Este jueves, en Nueva York, el hombre que fue presidente del gobierno español entre 1982 a 1996 ha dado una conferencia en la sede que comparten la Americas Society y el Council of the Americas en Park Avenue. Y cerca de 150 personas lo han visto y oído bastante en su salsa hablando de lo local y de lo global; de asuntos españoles, europeos, americanos y mundiales y del presente y del futuro más que del pasado, aunque la cita en parte estaba convocada para presentar en Estados Unidos su fundación, que González ha definido como el primer intento en España de mantener “archivos presidenciales interactivos y abiertos al público”.

La cita neoyorquina ha servido a González para hablar de sí mismo (“he sido siempre un moderado. Solo me he vuelto radical en la defensa de los valores democráticos que están en peligro y nos están arrebatando”). También para, cuando ha hecho una radiografía de razones de los populismos en Europa, presentar una aguerrida defensa de la monarquía española. “En España, si hay problemas que resolver pero no sé cómo hacerlo invento otros problemas para distraer la atención”, ha dicho. “El ataque sistemático a la institución monárquica responde a eso”.

La forma de estado no era nuestro problema”, ha continuado. “Cuando la monarquía es neutra y respeta el libre juego nos parece una fórmula mejor para España y mejor que las monarquías republicanas que estamos viendo en todos sitios, que heredan los hijos o las esposas y que está bastante de moda. Si pudiera imaginar en España quién podría haber sido, en los últimos 20 años, presidente de la república haciendo mejor papel desde la neutralidad que los Reyes al frente del Estado, no los encuentro y alguno me inquieta muchísimo más”.

Crisis política

El expresidente ha valorado también que España atraviesa una “crisis política seria”, que ha dicho que se “agudiza por la banalidad del debate”. "Simplificamos la respuesta a problemas complejos y nos atropellamos en las decisiones”, ha lamentado. "La crisis es seria; el debate, no".

Mal de muchos ya se sabe, según el dicho, de quién es consuelo, pero González no cree que España tenga nada de excepcionalismo en el problema. Según ha asegurado, a España le ha pasado “lo de todo el mundo: respuestas simples a problemas complejos”. Y es que para el expresidente vivimos a escala global una crisis compartida,  la de “gobernanza de la democracia representativa”, ante la que hay necesidad de respuestas, especialmente cuando la revolución tecnológica, biotecnológica o el cambio climático están sucediendo a ritmo acelerado. “La certidumbre es el cambio", ha dicho. "La incertidumbre son los negacionistas del cambio, los que proponen utopías regresivas, de cualquier signo ideológico”.

Trump y la decadencia

A solo unas cuantas calles y avenidas de donde se alza la torre Trump, el expresidente español ha puesto al mandatario estadounidense como uno de los ejemplos del problema grave de la simplificación. “Donald Trump acelera el proceso de decadencia de EEUU”, un país que antes se medía en un movimiento de placas tectónicas que afectan a todo el mundo con la Unión Soviética y ahora lo hace con China, con peores perspectivas. ”No es posible gobernar a golpe de tuit, sin las instituciones, entrar en una política ahistórica de cerrar fronteras... Trump sabe que la única respuesta a un tuit es me gusta o no me gusta y eso distorsiona totalmente la respuesta de problemas complejos”.

Para González, en cualquier caso, la crítica de la amenaza del populismo por sí sola no vale y por eso eso ha declarado en Nueva York que  es imperativo “que hagamos análisis crítico de en qué hemos fallado para que espacio del populismo se haya agrandado tanto”. Y consciente también de la sede de la conferencia, ha prestado atención a Latinoamérica en su intervención, en la que han aparecido de Jair Bolsonaro a Andrés Manuel López Obrador y países como Nicaragua,  Venezuela y Cuba.

El líder brasileño y el mexicano, como Trump, le han servido, por ejemplo, para identificar el fenómeno no del relevo generacional, sino del reverso, con líderes de mayor edad que sus predecesores. Y González se ha presentado también como persona “sin sesgos ideológicos. Para mí no hay dictadores o tiranos más o menos aceptables en función de la bandera que enarbolen. (Daniel) Ortega es tan tirano como (Anastasio) Somoza y tan inaceptable y (Nicolás) Maduro no digamos”, ha dicho. “Y hay un fenómeno peor que la dictadura con reglas que es la tiranía arbitraria, que tiene todos los inconvenientes de la dictadura pero como no respetan las propias reglas que se ha dado te someten a arbitrariedad permanente e imprevisible. Venezuela es una”.