CAMPAÑA ELECTORAL EN ANDALUCÍA

Demasiadas incógnitas a una semana de las elecciones andaluzas

La campaña electoral alcanza su ecuador con las dudas del reparto de fuerzas en la derecha y el posible aliado del PSOE para el gobierno

Susana Díaz y Pedro Sánchez, durante el mitin del PSOE en Chiclana de la Frontera.

Susana Díaz y Pedro Sánchez, durante el mitin del PSOE en Chiclana de la Frontera. / periodico

Julia Camacho

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La campaña para las elecciones de Andalucía empezó hace una semana con la sensación, sondeos mediante, de que casi todo estaba ya cerrado, con el PSOE como partido más votado y una composición de la cámara no muy diferente a la actual salvo una previsible subida de Cs a costa del PP. Alcanzado ya el ecuador, y con una campaña de baja intensidad, las dudas no han hecho más que acrecentarse, especialmente en el bloque de la derecha, donde no está claro que el PP vaya a superar claramente a Cs. No solo el partido naranja da por hecho el ‘sorpasso’, sino que en los últimos días se llega a hablar incluso de una irrupción de Vox, con lo que la incógnita no es sólo quien liderará la derecha, sino si además este bloque lo formarán dos o tres partidos. Y tampoco está claro con los sondeos que hablan de un triple empate de la oposición si esa segunda fuerza será PP o Cs, porque Adelante Andalucía también confía en adelantarles.

Con una campaña clásica, de puerta a puerta y centrada en el núcleo rural, Susana Díaz va tranquila porque se sabe ganadora, pero no deja  entrever sus preferencias de pactos. Se limita a defender un gobierno en minoría “de banda ancha”, esto es, de acuerdos puntuales con otros partidos, y a anticipar un bloqueo del resto de partidos a su investidura como representante de la lista más votada. Aunque a principio de campaña estaba claro que Díaz prefería pactar con Cs, su apoyo en la pasada legislatura, la estrategia nacional de Albert Rivera por ser alternativa al PSOE complica esta posibilidad, abriendo la puerta al escenario que menos gusta a Díaz, el de mirar a su izquierda para buscar apoyo.

En la confluencia de Podemos e IU, Adelante Andalucía, por su parte, manejan datos que les permitirían no solo subir escaños, sino situarse como segunda fuerza política. El equipo de Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo ha diseñado una campaña por capitales y ciudades medias, con especial atención a la sanidad o la educación, y tratan de atraer a los votantes socialistas desencantados con la derechización, dicen, del PSOE en la comunidad. Rodríguez repite que “nunca” entrará en un gobierno con la socialista, pero que tampoco dejarán pasar a la derecha, por lo que eluden pronunciarse sobre lo que pasará el día 3 de diciembre hasta conocer el equilibrio real de fuerzas.

Las otras dudas que resolverán los comicios se abren en el flanco de la derecha, donde la campaña deja entrever tres posibles escenarios: que el PP quede como segunda fuerza, por delante de Cs; que sea Cs quien lidere la oposición, triplicando sus 9 escaños actuales, e incluso que tengan que repartir escaños con Vox, que según las encuestas podría obtener más de un escaño.

En el PP están siguiendo la estrategia gallega, con actos simultáneos del candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, y del presidente del partido, Pablo Casado, a fin de que el mensaje de la necesidad de cambio tras 37 años de socialismo llegue a todo el territorio. Y de paso, ahuyentar los fantasmas de una debacle. También la dirección nacional de Cs se ha volcado en la campaña del candidato Juan Marín, tratando de presentarse como la alternativa útil tras los logros arrancados al PSOE en los últimos tres años de legislatura para captar el voto de los indecisos. Los sondeos señalan que ambos funcionan como vasos comunicantes, por lo que todo apunta a una gran subida de escaños naranjas, tanto que Marín se ve optimista e incluso les ofrece la vicepresidencia de un hipotético gobierno. Ambos pelean en los núcleos urbanos, especialmente Málaga y Almería, proponen bajada de impuestos y creación de empleo y aseguran que de ninguna manera apoyarán al socialismo, aunque los populares no terminan de creer que Cs "no tenga la tentación" de cerrar el paso a Podemos. También que si suman lo suficiente, cualquiera sea el orden, habrá cambio de gobierno. Ningún sondeo augura, no obstante, que esta suma de diputados permita mandar al PSOE a la oposición.