RENUNCIA A PRESIDIR EL CGPJ

Los presos del 'procés' recusan a Marchena como juez del 1-O tras el "escándalo mayúsculo"

Manuel Marchena, en una entrega de premios el pasado 15 de noviembre.

Manuel Marchena, en una entrega de premios el pasado 15 de noviembre. / JAVIER LÓPEZ

Ángeles Vázquez

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El 'exvicepresident' del Govern Oriol Junqueras y el 'exconseller' Raül Romeva han sido los primeros, pero a medida que ha avanzado la mañana se han sumado el presidente de Òmium Cultural, Jordi Cuixart, así como Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Carme Forcadell. La forma en la que se está produciendo la renovación del Consejo General del Poder Judicial les ha puesto muy fácil volver a intentar apartar del juicio al presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena

El día se iniciaba con la renuncia de Marchena a presidir el CGPJ y el Tribunal Supremo, lo que le habría apartado del juicio del 'procés', tras conocerse el mensaje de WhatsApp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, el abogado de Junqueras y Romeva, Andreu Van den Eynde, se apresuraba a presentar el primer incidente de recusación contra Marchena, por "falta de imparcialidad", a raíz de las informaciones de los últimos días sobre el acuerdo entre PSOE y PP para renovar el Consejo.

Rull, Turull y Sànchez, se sumaron a la recusación, pero la acompañaron de otros dos escritos, uno con el artículo de previo pronunciamiento, en el que reclamarán una vez que el juicio del 'procés' se celebra en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, al ser el tribunal que consideran competente, y otro en el que piden una ampliación de tres meses del plazo de 10 días que este lunes el Supremo les dio para presentar su escrito de calificación.

Pacto político

De una forma u otra todas las recusaciones presentadas por las defensas de los procesados presos, salvo, al menos de momento, Dolors Bassa y Joaquim Forn, se hacen eco de la "existencia de un acuerdo político para el reparto de las vocalías del órgano de gobierno de los jueces".

De ellas se desprende, subraya el escrito de Junqueras y Romeva, al que se adherirá Forcadell, "la intención de controlar políticamente y afectar tanto al Tribunal Supremo como a la Audiencia Nacional con el fin último de, a través de tales nombramientos, controlar el resultado y sentido de los procedimientos tratados en dichos tribunales".

"En dicho pacto habría tenido singular protagonismo la candidatura del magistrado recusado a presidir el CGPJ, a quien se habría otorgado por el mencionado senador la responsabilidad de 'ganar' las votaciones mediante la anulación de la minoría 'progresista' de tal órgano de gobierno", añade.

Según esta recusación, "dicha noticia generó ya cierto escándalo ante la evidencia de que la decisión de proveer la presidencia del CGPJ se hacía en base a un acuerdo político" y no por los "méritos" previstos por ley.

Mensaje "vergonzoso"

"Ayer aparecía, no obstante, el whatsApp de la vergüenza en el que el portavoz en el Senado del PP, Ignacio Cosidó, desvelaba la 'cocina' del pacto y las espurias finalidades de la elección de vocales y presidencia", denuncian Junqueras y Romeva.

Marchena es, a su juicio, "protagonista de dicho pacto para controlar el poder judicial y a él se le atribuyen características personales vinculadas a una determinada orientación política que hacen dudar de la imparcialidad para la participación en el proceso" judicial relacionado con el referéndum unilateral del 1-O.

En su opinión, "la estrategia de criminalización de los procesados sigue directrices políticas que se vinculan con la defensa a ultranza del principio de unidad territorial".

Ahora, "el magistrado recusado debe analizar si está en condiciones de juzgar sin prejuicio personal alguno a dichos procesados y sin interés en el pleito", señalan Junqueras y Romeva, que reivindican el "derecho a un tribunal imparcial". 

Por su parte, Cuixart sostiene que Marchena debe ser apartado del juicio del 'procés', porque no tiene "ninguna garantía". La entidad soberanista que preside ha anunciado en un comunicasdo que su defensa alegará que se ha demostrado que Marchena "era el candidato del Partido Popular" a dirigir el CGPJ, lo que evidencia su falta de imparcialidad. Alega que la polémica que ha rodeado la renovación hace que la causa deba ser sobreseída y todos los presos puestos en libertad de forma "inmediata".