Hasta cuatro comicios

El Gobierno se enreda con un posible adelanto electoral

Sánchez resta importancia a las declaraciones de Ábalos sobre un hipotético adelanto electoral

Iolanda Mármol / Juan Ruiz Sierra

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Aunque Pedro Sánchez no ha decidido todavía en qué fecha se celebrarán los próximos comicios generales, la creciente presión política y económica enreda cada día más las especulaciones de un adelanto electoral para la próxima primavera o incluso antes, en marzo. Es un embrollo que el Ejecutivo no termina de zanjar, con reflexiones ambiguas que dan lugar a interpretaciones a veces contrapuestas.

La desaceleración económica en la zona euro, la incapacidad de aprobar los próximos Presupuestos debido al rechazo tanto de ERC como del PDECat y una extenuante fragilidad parlamentaria alimentan las expectativas de una convocatoria que, en realidad, sigue sin estar cerrada. Es en este caldo de cultivo en el que unas declaraciones del ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, dispararon este lunes las apuestas por el 26 de mayo del 2019 como la fecha elegida para los comicios legislativos, que coincidirían, en una convocatoria sin precedentes, con las municipales, autonómicas y europeas. Aunque el presidente del Gobierno trató de poner paños calientes desde Marruecos, la sensación de improvisación volvió sacudir al Ejecutivo y puso en guardia a su principal aliado, Podemos.

Las palabras de Ábalos están abiertas a reflexión. "Nada es descartable", dijo cuando le preguntaron por la posibilidad de un ‘superdomingo’ durante un desayuno informativo en Madrid que atragantó a más de uno en la Moncloa.

El incendio cogió a Sánchez en su primer viaje oficial a Marruecos, donde se reunió, seis meses después de llegar al Gobierno, con el rey Mohamed VI. Desde Rabat, el presidente subrayó su autoridad y recordó que es él quien tiene la potestad de convocar las elecciones. Aunque restó trascendencia al comentario de Ábalos, evitó desautorizarle, algo en las que algunas voces leyeron una puerta abierta al ‘superdomingo’. "El ministro de Fomento ha dicho una cosa de puro sentido común, señalando esa fecha como otras", señaló Sánchez.

Desde la Moncloa insisten en que no hay ningún "cambio" de escenario. No "se ha decidido la fecha", continúan. "El presidente enfrió la posibilidad del 26 de mayo. Decidirá lo mejor. Solo él. Y serán los demás los que deberán aceptarlo y explicarse", señalan los colaboradores de Sánchez.

Un ministro con autoridad

Ábalos es el ministro con más peso político del Gobierno, a la altura de la vicepresidenta, Carmen Calvo. Sus vínculos con Sánchez son muy estrechos, y es uno de los pocos que se atreve a llevarle la contraria en privado e incluso a trasladar en público tesis distintas. Antes y justo después de la moción de censura, por ejemplo, defendió que no convenía intentar agotar la legislatura, sino adelantar elecciones con el viento a favor. Hasta ahora, su tesis no ha calado en el presidente.

Tampoco el ‘superdomingo’ parece tener visos de concretarse. Ninguno de los líderes territoriales socialistas, muchos de ellos presidentes de comunidad, respalda esa posibilidad. No quieren que sus pactos poselectorales se vean condicionados por las negociaciones de gobernabilidad estatales. Así, el castellano-manchego Emiliano García Page opinó este lunes que las generales tendrán lugar después del verano. "Serán en otoño", defendió, abonando la tesis más extendida en la Moncloa.

Desde el PSOE también intentaron acallar los rumores. "El PSOE quiere cumplir el compromiso político adquirido con los ciudadanos hasta el final. El ministro de Fomento no ha adelantado nada, no ha descartado ninguna fecha. La fecha la determinará el presidente del Gobierno y estamos convencidos de que lo hará cuando sea más conveniente para los españoles. Para el PSOE, la intención sigue siendo acabar la legislatura. No convocar a remolque de nadie, por presiones de uno u otro. La agenda se mantiene", insistió la portavoz del Comité Electoral socialista, Esther Peña.

Los votantes conservadores

Los cálculos electorales del gabinete de Sánchez tampoco favorecen que sea el 26 de mayo. Todos los estudios indican que una coincidencia de las generales con el resto de elecciones conllevaría una activación de un electorado conservador que el PSOE quiere que se quede en casa. Calculan que dos millones de votantes de centro-derecha que podrían abstenerse en las autonómicas, municipales y europeas acabarían por ir a las urnas si coincidieran con las legislativas.

A pesar de los intentos por enfriar la tesis del ‘superdomingo’, el principal aliado de Sánchez, Pablo Iglesias, convocó este mismo lunes a su cúpula directiva para analizar la posibilidad de cambio de escenario político. El líder de Podemos reunirá  el viernes por la tarde al Consejo Ciudadano Estatal (máximo órgano entre congresos) con el objetivo de poner la lupa en la estrategia de Sánchez y decidir cómo debe responder ahora que el pacto de Presupuestos parece desinflarse.