CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Un simulacro de incendios abre la Puerta de los Leones

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Puerta de los Leones del Congreso de los Diputados solo se abre por dos motivos: el día de puertas abiertas (una vez al año) y el solemne acto de apertura de la legislatura (cuando se conforman las Cortes). Sin embargo, este miércoles se ha abierto y ninguno de esos motivos ha tenido nada que ver. El fuego, o mejor dicho, un simulacro de incendios, ha sido el culpable de romper una sesión de control al Gobierno más calmada de lo habitual y que los Leones, Daoíz y Velarde, vieran desfilar por su escalinata a más de 1.800 personas. 

La mañana, que transcurría tranquila y con pocos sobresaltos dentro del Hemiciclo, se interrumpía a las 10:45, segundos después de que Meritxell Batet, ministra de Política Territorial, diera su réplica al PP, al empezar a sonar las alarmas contra incendios. Las puertas de la Cámara se han abierto, los miembros de seguridad han empezado a señalar las salidas de emergencia y los periodistas, manteniendo sus puestos por unos segundos, han terminado de preguntar a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Después, todo ha sido orden y tranquilidad. Los diputados, que han tenido que abandonar la comodidad de sus asientos y enfrentarse al aire fresco de la mañana, han salido despacio, sin prisas, con la seguridad de que no había peligro, para juntarse en corrillos en la plaza de las Cortes. Y es que, un descanso a mitad del pleno es algo que muy pocas veces ocurre y había que aprovecharlo.

El simulacro ha dejado pequeños detalles. Un ejemplo ha sido Ana Pastor que haciendo gala de ser la capitana del Congreso y, como manda la tradición, ha sido de las últimas en abandonar el edificio. Eso sí, una vez fuera, se ha entregado a los mismos placeres que el resto de sus compañeros: charlar. Un entretenimiento que ha compartido con la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, entre otros diputados. 

Entre todas las conversaciones han destacado aquellas entre miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, que ya no estaba en el Congreso cuando se ha producido el simulacro. Así, Montero y Batet han sido uno de los principales focos de las periodistas gráficos que inmortalizaban el diálogo entre las ministras. 

Un entretenimiento completamente distinto ha sido al que ha tenido que hacer frente el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que ha sido rodeado por los periodistas para pedir explicaciones sobre la expulsión de militancia de la portavoz de Podemos en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, y otros cinco concejales. Y a Iglesias, que llevaba dos días esquivando a la prensa, no le ha gustado el gesto. "En un simulacro quizá haya que respetar ciertas cosas", ha recriminado molesto a los periodistas. 

Sin embargo, este preciado recreo, que cada uno ha dedicado a lo que ha querido o a lo que ha podido, ha durado poco. Los diputados, ujieres, camareros, periodistas y el resto de personal de la Cámara Baja, tan solo han podido disfrutar de siete escasos minutos, la duración del simulación. Tiempo suficiente para que el sonido de un megáfono anunciara a todo el mundo el final de un simulacro que ha servido para abrir la Puerta de los Leones.