PARLAMENT

Wagensberg llama "fascistas" a Cs y Carrizosa le emplaza a "verse fuera"

El presidente del Parlament intensifica los toques de atención tras reiterados encontronazos en el hemiciclo

Júlia Regué

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La tensión en el hemiciclo entre la bancada independentista y la constitucionalista es latente, y estalla cuando algún diputado prende la mecha. El republicano Ruben Wagensberg aprovechó su intervención en el debate de una moción sobre la acción exterior de la Generalitat para reprochar a los naranjas que califiquen a los independentistas de "golpistas" y "supremacistas". "Nuestra réplica podría ser hablar del grupo fascista de Ciutadans. Podríamos hablar del fascista de Carrizosa o la fascista de Arrimadas", entonó desde el atril, y argumentó que su grupo está "literalmente más cerca del fascismo cuando se manifiestan al lado de Vox".

El presidente del Parlament, Roger Torrent, cortó su turno de palabra y le exigió que se retractara de sus palabras. "Ayer se faltó a diputados y dije que no lo volvería a tolerar. No lo consentiré, a ningún diputado, sea de la bancada que sea", advirtió. Un contundente toque de atención después de constantes encontronazos en la Cámara desde el inicio del curso político. Wagensberg retiró sus aseveraciones y agradeció que el presidente fuera "estricto".

Prosiguió como si nada, atendiéndose al relato preparado, pero cuando finalizó su intervención y subió la escalinata Carlos Carrizosa le dirigió algunas palabras y se enzarzaron. El diputado de ERC pidió la palabra y aseguró que el naranja le había lanzado "Vete para arriba, nos vemos fuera".

La diputada de la CUP, Maria Sirvent, entró en la escena para subrayar que "es muy grave que un diputado le diga a otro que se encuentren en la calle o a fuera". Entre gritos y reproches de la bancada de Cs, exigió a Torrent que emprenda "acciones oportunas" para que esto no vuelva a suceder.

Carrizosa solicitó también la palabra para replicar lo dicho por Wagensberg y afirmó que había exclamado que "cuando quiera usted y yo hablamos de cuestiones de respeto fuera de este hemiciclo".

Torrent quiso apagar el fuego lo más rápido posible y volvió a pedir "respeto": "No seguiremos por este camino", proclamó, y censuró que no querría "verse obligado a hacer más llamadas al orden ni expulsar a nadie". 

Y es que el presidente se ha visto obligado a intensificar sus toques de alerta en este último pleno. El primer rifirrafe lo protagonizó el 'president' Quim Torra cuando el miércoles acusó a Miquel Iceta de "chorrear cinismo por la escalinata noble" y de falta de "humanidad" por su actitud con los presos. Por la misma cuestión tuvo que lidiar entre Lorena Roldán (Cs) y Josep Riera (JxCat). Y también intervino para calmar los ánimos entre Najat Driouech (ERC) y Sonia Sierra (Cs) en un debate sobre la escuela catalana. Tanto naranjas, como posconvergentes y socialistas, mandaron escritos a Torrent denunciando expresiones "que pueden incitar al odio" usadas en el hemiciclo y pidiendo contundencia para que no se repitan.