INFORME

Exteriores no avala las nuevas 'embajadas' catalanas

Daniel G. Sastre

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Josep Borrell no tiene previsto aflojar la presión sobre el Govern. El Ministerio de Asuntos Exteriores vigila de cerca el nuevo impulso a la política exterior de la Generalitat, y ha dejado claro por escrito que no avala la apertura de nuevas delegaciones en el extranjero que proyectan Quim Torra y el ‘conseller’ Ernest Maragall, porque la juzga “con un alto grado de probabilidad, lesiva para los intereses del Estado”.

En un informe al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, con fecha de este mismo jueves, Exteriores afirma que “es contrario a la creación de las delegaciones de la Generalitat propuestas en los Balcanes, Países Bálticos, Portugal, Mediterráneo, Europa Central y Países Nórdicos”. La opinión del Ministerio no es vinculante, por lo que la Generalitat podrá seguir adelante con el despliegue, pero el escrito evidencia que el Gobierno no se fía de los planes de Torra.

El proyecto de esas seis nuevas oficinas en el extranjero se somete al escrutinio de tres ministerios: Política Territorial, Hacienda y Asuntos Exteriores. Mientras que los dos primeros, en el ámbito de sus competencias, no ven problemas técnicos, el que dirige Borrell recuerda que “la experiencia reciente demuestra que las delegaciones de la Generalitat en el exterior, junto con el Diplocat, han sido un instrumento fundamental para intentar la internacionalización del ‘procés’, difundiendo las tesis del secesionismo catalanista y denigrando la imagen internacional de España”.

Es esa “propaganda” que denuncia la “falta de democracia” en España lo que Exteriores ve contrario a los “objetivos generales de la política exterior española” y también a “los intereses generales del Estado”. El informe se explaya en ejemplos: explica, por ejemplo, cómo la delegada en Berlín de la Generalitat, Marie Kapretz, intervino en reiteradas ocasiones en medios alemanes criticando “en términos agresivos” a España y a sus instituciones.

O recuerda que Torra se ha declarado “presidente custodio” de Carles Puigdemont, y que el ‘expresident’ sigue dejando claro en cada intervención pública que desea “lograr por la vía de hecho un reconocimiento implícito para Catalunya como actor en la escena internacional”. Exteriores constata que el actual jefe del Ejecutivo catalán “utiliza cuantas ocasiones tiene a su alcance para intentar divulgar la visión independentistas de la realidad catalana”, y recuerda eso provocó que no fuera invitado al Foro de la Unión por el Mediterráneo celebrado el pasado 8 de octubre en Barcelona.

Además, el documento recoge otros episodios en los que Torra ha hecho llamamientos para una mediación internacional en Catalunya, o su declaración de esta semana en el Parlament acerca de que se dirigirá a mandatario de la UE y de Estados Unidos para “denunciar la vulneración de derechos civiles y la criminalización del derecho a la autodeterminación” en Catalunya. El texto subraya también otros aspectos más simbólicos, como la presencia de lazos amarillos en la delegación de la Generalitat en Londres o la ausencia de la bandera española en todas las ‘embajadas’ catalanas.

Esos antecedentes hacen sospechar al Gobierno que “cabe lamentablemente prever pautas de actuación similares” a las que las delegaciones ejercieron antes de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy las cerrara tras la aplicación del artículo 155, “por ejemplo, iniciando contactos con embajadas de otros países e intentando establecer contactos en ámbitos en los que las comunidades autónomas carecen de competencias”.

Informe preceptivo

El documento se elaboró en respuesta al envío de la Generalitat de los seis proyectos de decreto para el establecimiento de nuevas ‘embajadas’ en esos países. El Govern tomaba nota con esa comunicación de una advertencia que le hizo Borrell en julio: que, pese a que obtener el permiso de Exteriores no es obligatorio para que la Generalitat pueda abrir nuevas oficinas en el extranjero, sí es preceptivo que el Ministerio sea informado de esos planes con antelación.

De hecho, Borrell advirtió a Maragall después de las primeras “reaperturas” de delegaciones – en Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Francia-, que tuvieron lugar en julio, de que no había solicitado el informe preceptivo. Eso ha provocado que Exteriores las haya recurrido ante los tribunales.