NUEVAS CONVERSACIONES

El PP se pone de perfil con los audios de Cospedal y Villarejo

María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa

María Dolores de Cospedal, ministra de Defensa / periodico

Iolanda Mármol / Miguel Ángel Rodríguez

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El PP toma distancias con María Dolores de Cospedal. La dirección del partido conservador ha evitado un cierre de filas con su exsecretaria general y ha respondido con frialdad, tras que este miércoles se haya revelado parte de la conversación que mantuvo con el excomisario José Manuel Villarejo, en los que le pregunta si puede hacer "algún trabajo puntual" para el partido. 

Aunque el escándalo por esta conversación, mantenida en el 2009 en la sede del PP en Madrid, ha incendiado el debate parlamentario, el PP ha tratado de quitar hierro al asunto y ponerse de perfil por si la tormenta amaina. El jefe de los conservadores, Pablo Casado, se ha negado a dar su opinión.

"El presidente del PP tiene interés en marcar la agenda con otros temas", argumentan desde la dirección para sostener que lleve dos días esquivando un pronunciamiento sobre Cospedal, quien le apoyó en el último tramo de su enfrentamiento con Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias. La exsecretaria general tamopoco ha explicado este miércoles detalles de la conversación, puesto que no ha acudido a la sesión de control en el Congreso.  El martes, cuando aún no se conocían las conversaciones pero sí el encuentro, dijo sentirse "respaldada" por su formación.

Fuentes de la dirección de los conservadores han explicado que no le han preguntado a Cospedal si ofreció a Villarejo algún tipo de pago por el "trabajo" que le habría solicitado en el encuentro en la sede de Génova. 

Desde el PP admiten que lo desvelado por el portal moncloa.com revela "morbosidades" pero, sostienen, "no son delito" y la "barrera" que marcaría un cambio de posiciones sería justamente esa, la comisión de un tipo delictivo.  Los dirigentes del PP, en todo caso, hacen estas valoraciones con lo que conocen "a día de hoy", un corsé que evidencia cierta contingencia.  

En público, los conservadores salen del paso comparando el escándalo de estos audios con los conocidos en su día entre Villarejo y la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que tampoco ha asistido a la sesión de control.