El Congreso estudiará reformar su Reglamento para impedir que la Mesa pueda bloquear la tramitación de leyes

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El Pleno del Congreso ha aceptado este martes tramitar una reforma del Reglamento de la Cámara planteada por el PSOE para evitar los bloqueos en la tramitación de leyes, una iniciativa que ha contado con el voto en contra de PP, Ciudadanos y Foro Asturias y que ha sido apoyada por el resto.

En concreto, la iniciativa persigue limitar la facultad que tiene la Mesa de la institución para aprobar sucesivas prórrogas a la presentación de enmiendas a las proposiciones de ley de los grupos parlamentarios.

Según el Reglamento del Congreso, los diputados y los grupos parlamentarios cuentan con un primer plazo de quince días hábiles para presentar enmiendas a los proyectos de ley del Gobierno y a las proposiciones de ley de la oposición. Ese plazo puede ser prorrogado semanalmente por el órgano de gobierno de la Cámara si así lo solicitan los grupos parlamentarios, para lo cual no hay tope.

Pues bien, los socialistas pretenden que, tras esos primeros 15 días, en principio sólo sean posibles dos ampliaciones de plazos de enmiendas más, de una semana cada una, por lo que en total la iniciativa sólo estaría parada poco más de un mes. Y si se quisieran más prórrogas, el Grupo Socialista exige que lo soliciten al menos dos grupos parlamentarios y que éstos representen la mayoría absoluta de la Cámara Baja.

Durante la presentación de la iniciativa, el secretario general de Grupo Socialista, Rafael Simancas, ha defendido que esta reforma es "absolutamente imprescindible" en este momento para impedir que PP y Cs "sigan obstaculizando" la actividad legislativa de la Cámara uniéndose en la Mesa del Congreso para prorrogar por razones "políticas y partidistas" el plazo de presentación de enmiendas.

CRÍTICAS A PP Y Cs

Esta crítica ha sido secundada por Unidos Podemos, ERC, el PNV y Compromís, quienes han acusado a 'populares' y 'naranjas' de utilizar la Mesa para frenar la tramitación de leyes que a priori cuenta con el respaldo de la mayoría del Congreso. Todos ellos han mostrado su apoyo a tramitar la reforma aunque sospechan que será víctima de aquello que persigue solucionar, es decir, que PP y Ciudadanos la frenarán en la Mesa.

Estas acusaciones han sido rebatidas desde el PP y Ciudadanos. En concreto, el secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, ha tildado de "falaz" la tesis de que su grupo esté "cercenando" el trabajo parlamentario, ha echado en cara al PSOE que bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pidiera constantes ampliaciones de plazos y ha recalcado que ahora, como todos los grupos, también pide prórrogas porque está en su derecho.

"Lo único que distorsionando y bloqueando la actividad parlamentaria es que por primera vez está gobernando el partido que perdió las elecciones y que sólo cuenta con 84 diputados. Esa es la tozuda realidad que no van a poder cambiar por muchos cambalaches que intenten hacer porque esto sólo se va a solucionar devolviendo la voz al pueblo y convocando elecciones", ha advertido el dirigente 'popular'.

De su lado, el diputado de Ciudadanos Francisco Javier Cano Leal ha denunciado que la iniciativa del PSOE busca "limitar, restringir y coartar la actividad de la Cámara, los grupos parlamentarios y los diputados", cambiando "las reglas de juego", así como "deslegitimar las funciones de la Mesa". "Se quieren cargar el pluralismo político", ha resumido.