CASO KHASHOGGI

Sánchez tranquiliza a los trabajadores que construirán las corbetas para los saudís

Una delegación árabe visita Navantia en pleno debate por la venta de armas

Protesta de trabajadores de Navantia

Protesta de trabajadores de Navantia / EFE / Román Ríos

Julia Camacho

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Los trabajadores de los astilleros de Navantia en Cádiz dicen estar “más tranquilos” después de haber escuchado esta mañana al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmar que “se actuará con responsabilidad” y no se pondrá fin a los contratos de armas con Arabia Saudí, lo que haría peligrar la construcción de cinco corbetas para el estado saudí que darían carga de trabajo a la comarca durante cuatro años. La polémica por el plante de Alemania, Reino Unido y Francia llega justo en plena visita de una delegación de este país a las factorías de Navantia.

Fuentes de la empresa explican que estas visitas son habituales en cualquier tipo de contrato, y que se realizan "como una continuación del contrato". La comitiva estaba prevista para el pasado mes de septiembre, confirman, pero finalmente se aplazó entonces coincidiendo con el anuncio, luego desmentido, de la ministra de Defensa Margarita Robles de revisar los contratos de venta de bombas de precisión láser que podían ser utilizadas contra civiles en Yemen. Ahora, la misión de Arabia Saudí ha acudido a la sede de Navantia en Madrid para terminar de perfilar algunos aspectos del contrato para las cinco corbetas, cifrado en 1.800 millones de euros, y posteriormente se ha desplazado hasta los astilleros de San Fernando para conocer in situ las instalaciones donde se construirán los barcos militares y hacer una presentación de todo el proceso constructivo de las cinco corbetas y de los sistemas de combate y control que llevarán incorporados

"Es nuestro pan, lo que nos da de comer"

Si todo continúa al ritmo previsto, los empleados deberían empezar los trabajos de chapa a comienzos del 2019. Asimismo, una avanzadilla de 500 personas procedentes de Arabia Saudí se instalarán en la zona para conocer sobre el terreno el funcionamiento de las nuevas corbetas, unos conocimientos en materia militar y naval que les serán brindados por Navantia y la Armada española.  

Los trabajadores inciden en matizar el plante de los países europeos, y recuerdan por ejemplo que los contratos con Alemania estaban a punto de finalizar, por lo que su decisión solo afectaría a nuevos acuerdos. Y se muestran “cansados” de que les pongan siempre en la tesitura de tener que escoger entre derechos humanos o comer. “Entendemos que las violaciones de los derechos humanos no le gustan a nadie, pero nosotros vendemos barcos militares desde hace 300 años, es nuestro pan, lo que nos da de comer”, explicaba recientemente Jesús Peralta, presidente del comité de empresa.

"Hacer compatibles derechos humanos y empleo"

El debate ético sobre la venta o no de armamento a Arabia Saudí tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi llega además en un momento complicado para los partidos, con las elecciones andaluzas en un mes, lo que ha sacado a relucir las contradicciones de las formaciones de izquierda, que tampoco quieren cargar sobre sus espaldas la losa de la pérdida de 6.000 empleos en una de las comarcas más lastradas por el paro. De hecho, frente a la rotundidad mostrada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en el Congreso, el alcalde de Cádiz, José María González ‘Kichi’, guarda silencio desde hace días, aunque en septiembre ya dejó claro que apostaba por mantener los empleos.

Por su parte, la presidenta andaluza Susana Díaz, también cree que es “compatible defender los derechos humanos y los derechos de los trabajadores” en Cádiz, metiendo presión interna en su partido al recordar que hasta el momento, la ONU “no ha determinado que no se puedan vender portaaviones, corbetas, camiones o armas a Arabia Saudí”. Es más, Díaz tilda de “hipócrita” el debate, dado que las relaciones comerciales no se cuestionan con otros países que tampoco respetan los derechos humanos.

En esta línea se manifestó hoy el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien indicó que la labor del Gobierno es hacer “compatible” el empleo con los derechos humanos, concediendo que “desde fuera es fácil decirlo”. “Yo confío en que el Gobierno sabrá dimensionar y actuar correctamente ante esta situación; tengo confianza en el Gobierno y, como no es una situación fácil, todas las opiniones desde fuera son arriesgadas”, ha señalado en un acto en Sevilla, donde, en cualquier caso, ha dejado claro que en su opinión “los puestos de trabajo son decisivos”.