VIAJE A SUIZA

Torra busca en el exterior un apoyo que Maragall juzga prematuro

Quim Torra, en una reunión del Consell Executiu.

Quim Torra, en una reunión del Consell Executiu. / ANDREU DALMAU

Fidel Masreal

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El factor exterior es una de las claves del éxito o no del proceso soberanista. Como es conocido, y admitió de nuevo este mismo miércoles el 'president', Quim Torra, en su conferencia en Ginebra (Suiza), la respuesta de los Estados a la demanda de autodeterminación de Catalunya es, en el mejor de los casos, el silencio, aunque el Govern se queja amargamente del boicot sistemático y pormenorizado del Estado a sus planes en el exterior. Con todo, la intención del 'president' no es otra que la de potenciar a partir de ahora ese frente, buscando una mediación internacional al conflicto catalán.

Sin embargo, su estrategia ha topado de entrada con dos escollos, uno externo y otro interno. El exterior, el escaso eco que por el momento tiene su agenda internacional (y valga el viaje a Suiza como ejemplo). El interno, a vueltas con la difícil cohabitación entre posconvergentes y republicanos en el Govern, es la enmienda planteada por el 'conseller' de Exteriores Ernest Maragall este mismo jueves, advirtiendo de que antes de buscar socios en el mundo, el soberanismo debe hacer los deberes en casa y superar el 50% de apoyos.

La mayoría social, una de las claves de la cuestión independentista, aflora de nuevo. Es conocida la posición de Torra: sí existe tal mayoría, a la vista del resultado del 27-0 y de las elecciones del 21 de diciembre. No opinan lo mismo en ERC. Y eso lesiona el plan exterior. Un plan que ha pasado estos dos días por un viaje a Suiza en el transcurso del cual han llegado las palabras de Maragall en una entrevista a la BBC. Palabras sobre las que ha sido preguntado Torra en unas breves declaraciones en un tren de Ginebra a Zurich. Torra ha optado por evitar la respuesta.

En cambio, el 'president' ha preferido centrarse en insistir en la necesidad de una mediación internacional. Se lo ha planteado al principal interlocutor político que ha tenido durante su viaje: el presidente del cantón de Zurich, Thomas Heininger. Con él se ha entrevistado en el final de un viaje cuyo epicentro ha sido la conferencia en la Universidad de Ginebra en la que tampoco hubo asistencia política o institucional destacada más allá de una representación de los flamencos belgas.

Así, las entrevistas más destacadas de la visita a Suiza han sido las mantenidas con la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y la dirigente 'cupaire' Anna Gabriel. Ambos encuentros rodeados de discreción y sin más recorrido político que el de mostrar la solidaridad de Torra con los "exiliados". Incluso la CUP este jueves echaba agua al vino a la trascendencia de la reunión.

El frente estatal

Con todo, Torra tiene intención de persistir en su estrategia exterior, en la que el Consell de la República tendrá un papel destacado. Un Consell que se creará en próximas fechas. Y mientras tanto, en las relaciones con el Gobierno del PSOE, nuevas muestras de distanciamiento. En las breves declaraciones en el tren, Torra ha advertido de nuevo al Gobierno de Pedro Sánchez que si no retira los recursos al Tribunal Constitucional contra las leyes sociales del Parlament, en especial la 24/2015 sobre pobreza energética y vivienda, el Govern volverá a aprobar estas normativas.

"Desgraciadamente no tenemos retorno del Estado en este tema y, tal como nos comprometimos, estamos a punto de presentar el plan de ejecución de estos recursos; algunos se han levantado, otros se levantarán por parte del Estado pero vamos a cumplir los plazos que nos marcamos en la resolución que se aprobó en la Cámara por parte de la mayoría independentista", ha destacado.

"Seguimos pensando que hemos de cumplir la resolución del Parlament y nos reafirmamos en que aprobaremos los contenidos de las leyes sociales suspendidas muy pronto", ha añadido el 'president'.