NEGOCIACIÓN PRESUPUESTARIA

El Gobierno llega a un principio de acuerdo con Podemos

El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el Palacio de la Moncloa, el pasado septiembre.

El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en el Palacio de la Moncloa, el pasado septiembre. / DAVID CASTRO

Iolanda Mármol / Rosa M. Sánchez

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Está por ver si fue la escenificación impostada de un desencuentro o un vuelco real a primera hora de la noche, pero más allá de los driblajes tácticos en público, Pedro Sánchez Pablo Iglesias alcanzaron este jueves un principio de acuerdo tras una reunión guardada en secreto y que no se hizo pública hasta haber finalizado con éxito. La dirección de Podemos admite que el pacto se está ultimando y el Gobierno confía que saldrá adelante. Y más allá de las denominaciones de cada parte para nombrar el entendimiento, lo cierto es que ambos actores reconocen que solo quedan flecos por cerrar.  El Ejecutivo y los morados confían en presentar las líneas maestras del plan presupuestario para el 2019 enlas proximas horas. Al cierre de esta edición, los equipos seguían trabajando y no se habían concretado los detalles del documento. El ministerio de Hacienda no aseguró, tampoco, que fuese a elevar un informe al Consejo de Ministros de este jueves con las concreciones, y aunque no es obligatoria la validación, es previsible que se analice. 

Está por determinar, también, el poder mágico de desbloqueo que tuvo el encuentro entre el presidente del Gobierno y el jefe podemista. Antes de su reunión, la dirección morada aseguraba que, a pesar de que había "avances" en las reuniones maratonianas que mantenía el secretario de Organización, Pablo Echenique, con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, faltaba "mucho" para cerrar el acuerdo. Tanto, que voces podemistas desmintieron en conversaciones informales a la vicepredenta, Carmen Calvo, que dio por hecho que el pacto se estaba ultimando y explicó que se había avanzado en medidas sobre vivienda, pensiones, dependencia, educación, violencia género y políticas de igualdad.

El discurso oficial de que se avanzaba con lentitud y el súbito principio de acuerdo dolió en sectores podemistas, que leyeron la contradicción como un mero ardid para engañar, incluso, a las propias filas moradas.

Montero asume medidas para limitar el precio del alquiler en determinadas ciudades 

Lo cierto es que la diferencia de interpretaciones chocaba desde la mañana. La titular de Hacienda había abonado la sensación de optimismo a primera hora, al asegurar que iba a haber un acuerdo en “vivienda digna” para evitar a escalada de los precios del alquiler. Desde los pasillos del Congreso, se mostró determinada a impulsar medidas para que no haya más abusos en determinadas ciudades, algo que obliga a ciudadanos a cambiar de localidad.

Montero aplaudió el trabajo que está haciendo el ministerio de Fomento para concretar algunas de las posibilidades que podrían incluirse en el acuerdo con Podemos.

Los morados pasan de decir que "falta mucho" a rozar el pacto en solo dos horas

Los morados vienen pidiendo una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) para dotar de competencias a los ayuntamientos en aras de que tengan la potestad de establecer límites a los precios del alquiler. También exigen un parque público de viviendas, alargar los contratos entre propietarios e inquilinos y establecer como máximo una fianza de dos meses. Algunas de estos planteamientos, como la reforma de la LAU, no implicarían mayor gasto al Ejecutivo.

Lo complicado

Montero, “optimista”, sugirió que tendrá cintura con medidas propuestas por Podemos que permitan al Gobierno mantener su compromiso de estabilidad presupuestaria con Bruselas.

El optimismo era menor en cuanto a las posibilidades de incrementar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). El Gobierno considera que es difícil incrementar en el 2019 hasta mil euros, como pide Podemos, porque implicaría un aumento importante. Lo pactado por Mariano Rajoy con los agentes sociales, en diciembre del año pasado, es una subida de hasta 850 euros en el 2020, siempre vinculado a un crecimiento económico del 2,5% del PIB. 

La tercera gran reclamación de los morados, las ayudas a la dependencia, también era uno de los puntos complicados. Hacienda estaba dispuesta a dotar esta partida con 415 millones y cifra el incremento respecto a la aportación actual en una subida del 30%. Al partido de Iglesias le parecía insuficiente. Reclamaba 2.500 millones para que las ayudas lleguen a 300.000 afectados.