La oposición descarta la moción de censura a Torra que plantea el PP

Ante la fractura del independentismo en el Parlament, Pablo Casado ha lanzado la idea de que Inés Arrimadas plantee una moción de censura a Quim Torra. "Estamos ante una oportunidad histórica y no podemos dejarla pasar", ha sentenciado el líder del PP este miércoles. Una propuesta que el resto de partidos de la oposición no comparten. Empezando por el encomendado de la iniciativa, Ciutadans, que se han desmarcado rápidamente de esta opción.

El número dos de los naranjas, José Manuel Villegas, ha subrayado que "ahora mismo no dan los números", porque se necesitan 68 escaños para la mayoría absoluta y con los 4 del PP solo llegan a 40. Aun sumándose el PSC (17) y Catalunya En Comú-Podem (8), se quedarían en 65, empatados con los que suman Junts per Catalunya, ERC y la CUP tras los cinco escaños perdidos por los soberanistas. "Si en algún momento vemos la oportunidad de sacar a los separatistas de las instituciones nadie duda de que la aprovecharemos", ha sentenciado Villegas. "La moción, ahora, alinearía temporalmente al separatismo en su oposición a la moción y serviría para que disimularan su crisis".

Fuentes del partido naranja en Catalunya analizan "estupefactos" la propuesta del PP, a sabiendas que son el último grupo del Parlament. Desdeñan cualquier tipo de moción de censura porque, más allá de no sumar, tampoco habría un candidato de consenso en el bloque constitucionalista para relevar a Torra. Constitucionalista porque aseguran que los 'comuns' se han vuelto socio preferente y no allanarían el camino a Cs, PSC y PP. "Ni nos lo planteamos", censuran las mismas voces, "es irreal". Muy poco ha durado la oferta. 

Meritxell Batet había echado en cara a Arrimadas, como jefa de la oposición,"no se ha planteado configurar una mayoría distinta o una moción de censura que pudiera prosperar".  Pero, tras la propuesta lanzada por Casado, fuentes del PSC consideran que esta moción "solo serviría para unir al independentismo en un momento en el que está profundamente dividido". Desde las filas socialistas señalan que ahora no es momento de "buscar atajos" y hay que esperar.

De todas formas, el candidato a la sucesión de Xavier García Albiol al frente del PPC, Alejandro Fernández, ha insistido en la propuesta desde el atril del Parlament. "Es la hora de presentar una moción de censura. Hemos tenido discrepancias pero cuando se trata de defender la libertad vamos en el mismo barco", ha entonado. No ha obviado que su aportación, con solo cuatro escaños, es irrisoria, él la ha definido como "modesta", pero ha pedido que se "invoque" el espíritu del 6 y 7 de septiembre del 2017 porque sus ideas son "mejores y más fuertes". Se ha dirigido a los 'comuns' y a los socialistas, a lo que no ve muy "predispuestos", y les ha alertado de que "la dignidad está en juego". "Ha llegado la hora de acabar con esta agonía. Si tuviésemos 36 escaños la presentaríamos ahora mismo", ha rematado.

'Comuns', el nuevo árbitro del Parlament

Los 'comuns', por su parte, ni se plantean alinearse en la jugada de desgaste que plantea Casado ni que sus votos puedan hacer presidenta nunca a Arrimadas. El juego de las sillas de Junts per Catalunya y ERC ha convertido a los 'comuns' en el nuevo árbitro del Parlament. De repente, los ocho diputados de Catalunya en Comú Podem pasan a tener un peso fundamental como ya se vio este martes, donde hicieron perder a los independentistas cinco votaciones. Con un empate a 65 entre independentistas y no independentistas, el brazo parlamentario del partido de Ada Colau puede decantar la balanza en cada votación. Una fuerza que esperan que sirvan para poder hacer acuerdos de país con el Govern. "Si ahora tenemos más incidencia nos alegramos por la ciudadanía de Catalunya, porque puede ser muy interesante para el país. Si ahora puede haber más grandes pactos de país, grandes diálogos, bienvenido sea", reflexiona Marta Ribas, portavoz adjunta de los 'comuns'.