COLECCIONISTA DE INCIDENTES

Rufián, a la caza del titular

Gabriel Rufián muestra unas esposas, el pasado miércoles en el Congreso.

Gabriel Rufián muestra unas esposas, el pasado miércoles en el Congreso. / periodico

El Periódico

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Cuando no han pasado ni siquiera 24 horas de su desagradable 'enganchada' con la diputada del PP Beatriz Escudero Beatriz Escudero, a la que llamó "palmera" antes de guiñarle supuestamente un ojo, el parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) Gabriel Rufián la ha vuelto a armar en el Congreso, donde ha soltado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, una sentencia de las suyas: “Haga algo con el guardia civil que en Facebook me ha dicho ‘ojalá te fusilen a ti y a eso que llevas en la mano, que entiendo que es tu hijo”.

El diputado catalán ha aprovechado la pregunta al ministro para espetarle la larga lista de agravios policiales pendientes que tenía preparada. "Haga algo también con el guardia civil de día y tuitero facha de noche, el teniente coronel que durante meses se dedicó a insultarnos en la red y con los tres policías nacionales que se mofaron de Oriol Junqueras cuando estaba en un furgón policial y dijeron 'ya verás la que le va a caer al osito'", le pidió a Marlaska antes de completar la nómina de agentes ‘revoltosos’ "con el salvaje que le sacó un ojo" a un ciudadano el 1 de octubre con una pelota de goma, con el inspector que rompió la nariz al fotoperiodista y con el policía nacional que escupuño e insultó a dos diputados.

El ministro interpelado se ha defendido como ha podido de todas esas acusaciones y ha asegurado que los jueces y la Administración están actuando contra los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado que hayan podido insultar o amenazar a independentistas catalanes, aunque ha añadido que en todo caso son una minoría.

Respuesta legal

"Evidentemente cualquier actuación que no se corresponda con la legalidad, y más si es cometida por un funcionario público sea policía, guardia civil o cualquier miembro de la Administración, tendrá la respuesta oportuna conforme al ordenamiento jurídico", ha asegurado antes de aclarar que será así para "cualquier violencia venga de quien venga y también de cualquier ciudadano que trate de menoscabar o perturbar el desarrollo de la convivencia en términos pacíficos".

Marlaska ha añadido que, de ser ciertos los hechos referidos por Rufián, habrían sido cometidos por "una auténtica minoría porque los que actualmente están destinados en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado ya nacieron en democracia". "Algunos de esos casos ya están judicializados, con lo que hay que dejar que los tribunales resuelvan conforme al procedimiento adecuado", advirtió. En cuanto a los supuestos que no sean delictivos, pero que puedan ser sancionables por vía administrativa, indicó que “ya se han abierto expedientes que se están tramitando y la resolución que recaiga será la procedente". "Los funcionarios públicos tenemos un plus de garantizar la neutralidad política en nuestras actuaciones y nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo hacen día a día", remachó.

Un sabroso historial

Desde que llegara hace tres años al Congreso de los Diputados, el ‘enfant terrrible’ del hemiciclo ha dado sobradas muestras de su habilidad innata para captar el foco de la noticia y convertirse en protagonista. Sobre todo en las comisiones de investigación, donde la cercanía con el interpelado le permite sacar todo el jugo a su lengua ‘viperina’. Ese fue el caso del reciente enfrentamiento con el expresidente José María Aznar  José María Aznar en la comisión de investigación de la financiación del PP. Rufián se tiró a su yugular con acusaciones de “golpista”, “señor de la guerra”, “falta de vergüenza” y un sinfín de epítetos que no logró sacar de sus casillas al expresidente hasta que por fin tocó su fibra más sensible con el comentario sobre la boda de su hija con Alejandro Agag:  “Eso no era una boda, sino un cártel”.

Los conspicuos políticos del PP son las piezas más codiciadas por este ‘cazador de titulares’. Hace seis meses, le tocó el turno a la expresidenta madrileña Esperanza Aguirre, un duro hueso de roer al que Rufián le soltó en la comisión de investigación a modo de saludo: “Usted es comité de defensa del Ibex 35”. Aguirre, que no suele rehuir los cuerpo a cuerpo, le contestó: "No, yo soy comité de defensa de la Constitución. Y usted de la república, y resulta que les han detenido por terrorismo". El diputado de ERC se llevó otro rapapolvo del presidente de la comisión, Pedro Quevedo, Pedro Quevedo quien le recordó aquello de que “quien siembra vientos recoge tempestades”. “Ah, que me lo merezco”, zanjó Rufián.

Políticos a la sombra de 'El Padrino'

Otro de los momentos estrella del vitriólico parlamentario republicano se produjo durante la comparecencia del exministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el exdirector de la Oficina Antifraude de Catalunya Daniel de Alfonso. "Buenas tardes a todos, menos a los Vito Corleone que conspiran en los despachos", les dijo recordando la célebre película de ‘El padrino’. Pero lo peor lo reservó para el final, cuando se despidió de De Alfonsó de esta guisa: "Hasta luego, gángster, nos veremos en el infierno". La exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal tampoco se libró de sus invectivas. "No haga usted un Ana Mato o un Cristina de Borbón ", le advirtió con la mente puesta en la defensa que estaba haciendo de su marido.

Los golpes de efecto teatrales desde su escaño en las sesiones de control al Gobierno son otra de las vías elegidas por Rufián para acaparar las entradillas de los informativos. En septiembre del año pasado, exhibió una impresora en el Pleno para defender el referéndum del 1-0 en Catalunya y la difusión de papeletas. “Este es el cuerpo del delito, una humilde Samsung republicana. No es muy peligrosa, no imprime billetes de 500, los imprimiría en blanco y negro”, ironizó. El recurso a la simbología material tocó techo cuando exhibió en el Congreso unas esposas antes de dejar claro su deseo de que el presidente Rajoy acabara detenido.

Pero su agilidad y rapidez de reflejos le juegan a veces malas pasadas, lo que le obliga a rectificar sobre la marcha. En octubre del 2017, en una entrevista en La Sexta se mostró taxativo y proclamó a los cuatro vientos que su partido “no reconocería unas elecciones autonómicas convocadas por el Estado” por representar “una traición al pueblo de Catalunya". Como la formación republicana acabó participando en los comicios, Rufián tuvo que envainársela y aclarar que se refería a "elecciones sin declaración de independencia", algo que en su opinión ya se había producido. Un enrevesado argumento a la altura de este maestro del regate en corto que aspira al Balón de Oro del rifirrafe parlamentario.