ERC avisa de que los "atajos" hacia la independencia "son engaños"

Sergi Sabrià lanza guiños a los 'comuns' para buscar nuevos consensos

Xabi Barrena

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El discurso de uno de los dos socios paritarios en el Govern, ERC, aportó pocas novedades respecto a la línea elegida por los republicanos desde la campaña del 21-D. Quizá fue más significativo su silencio con respecto a la propuesta estrella lanzada por el ‘president’ Torra: el ultimátum.

Nada dijo Sergi Sabrià al respecto. Republicanos y posconvergentes habían pactado, sí, ejercer una presión vía el Congreso. Pero ni en forma de ultimátum con fecha ni la mención explicita a lo que se tenia conseguir en estos 30 días, la autodeterminación.

Frente a esto, Sabrià trazó un discurso comedido en que hizo hincapié en los grandes consensos. El del 3-0, por ejemplo, fecha de la huelga general masivamente seguida como reacción a la brutalidad policial del día del referéndum.

Sabrià también mostró la nueva cara de ERC: “Quizá tradaremos más de lo que queríamos” en conseguir la independencia “pero no dejareemos de avanzar”, dijo, y añadió que pese a que su partido “no renuncia a ninguna medida”, es decir, tampoco a la unilateralidad, “centra todos sus esfuerzos”en lograr un referéndum pactado “donde se pueda votar libremente, sin miedo a ser golpeado”.

Frente a esta solución, que los republicanos entienden como única no cabane “atajos. Y quien los proponga está engañando”, sentenció.

Defensa de los derechos civiles

El gran consenso, entiende ERC, se debe de trazar alrededor de la defesa de los derechos civiles y democráticos y debe incluir “ a los que no son independentistas”, en un guiño claro a la bancada de los ‘comuns’. “Defender el independentismo de la represión del Estado es defender la democracia, porque si el Estado se sale con la suya puede abrir, después, una nueva vía represora contra otros”, aseveró.

En el horizonte se dibuja el juicio al ‘procés’. El que sufrirà el líder de su partido, Oriol Junqueras. “No podemos esperar a que se dicte sentencia. La propia celebración del hjuicioi debe de ser una vergüenza en la Europa del siglo XXI”, apuntilló. “Sin violencia no hay delito. Convocar un referéndum no es delito, motivo por el que Pablo Casado lucha ahora para tipificarlo como tal”. Y, siempre, el objetivo último: “Sentar al propio Estado en el banquillo” de las instancias internacionales.