Plantón del PP en el acto simbólico del fin de ETA

Iolanda Mármol

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Los gobiernos español y francés visibilizaron el fin de ETA en una ceremonia de gran carga simbólica este lunes en la Moncloa en la que destacó el recuerdo a las más de 800 víctimas de la banda terrorista a uno y otro lado de la frontera. Al acto, presidido por el jefe del Ejectutivo, Pedro Sánchez, y el primer ministro galo,  Édouard Phillipe, no asistieron figuras clave del PP invitadas por el gabinete socialista. Ni los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy; ni tampoco los máximos responsables de Congreso y Senado, Ana Pastor y Pío García-Escudero; ni el presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, participaron en la celebración. Sí estuvieron Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y el 'lehendakari', Íñigo Urkullu. 

Fuentes gubernamentales evitaron confirmar si los populares habían anunciado su ausencia. Se limitaron a explicar que las invitaciones no se cursaron de forma improvisada y que se ciñen a una representación institucional, no de partidos políticos. Por este motivo, alegan, no estaba entre ellos el líder del PP, Pablo Casado, quien expresó su malestar por no haber recibido invitación alguna. Se da la circunstancia de que sí estuvo presente el exvicepresidente y exministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.  De las 20 asociaciones de víctimas invitadas, asistieron 16. Entre ellas, la que preside Mari Mar Blanco, hermana del concejal asesinado, cuyas últimas horas de vida recordó Phillipe en el arranque de su discurso. 

En el acto del fin de ETA Sánchez y Phillipe subrayaron el terrible sacrificio de centenares de víctimas hasta llegar a una paz lograda en buena medida por la colaboración entre ambos países. "El acto visualiza la barbarie terrorista, la victoria de la democracia y contribuye a dignificar la memoria de las víctimas", señaló el presidente del Gobierno.

El primer ministro francés le hizo entrega simbólica a Sánchez de los documentos incautados por la policía gala durante las dos últimas décadas, conocidos como 'los sellos de ETA', por el lacre en el que se cerraban los sobres en los custodiaban el material apresado.