TENSIÓN EN BARCELONA

Los Mossos cargan contra independentistas que querían boicotear la marcha de policías

Júlia Regué / Guillem Sànchez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los Mossos d'Esquadra cargaron este sábado contra grupos independentistas que pretendían boicotear una concentración de policías y guardias civiles en el centro de Barcelona. Bajo el eslogan de la asociación Jusapol, los agentes se conjuraron ante la Jefatura de Policía de la Vía Laietana para exigir una mejora salarial y rendir homenaje a los que participaron en la Operación Copérnico, el operativo ideado para frenar el referéndum del 1-O.

Unos 6.000 soberanistas, según la Guàrdia Urbana, se reunieron a primera hora en la plaza de Sant Jaume para impedir la marcha policial, que inicialmente debía salir desde ese punto pero que el Departament de Interior desvió para evitar altercados. Algunas personas acamparon la noche antes convocados por la ANC, la CUP y los CDR, y a primera hora de la mañana desarrollaron distintas actividades en un ambiente lúdico-festivo.

La tensión comenzó cerca de las 10 horas de la mañana. Unos 300 manifestantes descendieron corriendo por la calle de Jaume I en dirección a la Via Laietana y fueron neutralizados por los Mossos para evitar que se acercasen a la Jefatura. Efectuaron pequeñas cargas y colocaron sus furgonetas a lo ancho de la calzada detrás de un fuerte cordón policial. 

Una hora y media después, los manifestantes respondieron con un lanzamiento de pintura, una acción ideada por la organización juvenil Arran, vinculada a la CUP, inicialmente contra los de Jusapol pero que se acabó realizando contra el cuerpo policial autonómico. Entre humo y colorante, desenfundaron porras contra los concentrados tras advertirles por megafonía de que no debían seguir lanzando objetos. 

Encontronazos en la plaza de Catalunya

Los CDR difundieron minutos después un llamamiento a reagruparse en la Rambla, ya que los policías y guardias civiles habían llegado ya a la plaza de Catalunya. Otro cordón policial impidió que siguieran avanzando y los manifestantes soberanistas se dispersaron por los aledaños, en calles como la de Bergara. Intentaron sobrepasar varias veces a los agentes y respondieron de nuevo con cargas. Al mismo tiempo, otra barrera de los Mossos impedía que se accediesen al interior de la plaza, aunque algunos lograron rodearla parcialmente.

Cerca de las dos del mediodía finalizó el acto de Jusapol, que congregó a unas 1.800 personas según la Guàrdia Urbana, y les evacuaron por el Passeig de Gràcia. Los independentistas se movieron hacia allá y la policía autonómica tuvo que separarles. Tras proferirse gritos y amenazas de ambos lados, seguidores de Jusapol se encarrilaron hacia la plaza Urquinaona seguidos por los CDR. En ese momento, una mujer con una bandera de España abofeteó a un hombre con una 'estelada'.

Cuando un grupo con indumentaria de la Guardia Civil decidió abandonar lo poco que quedaba ya de protesta, algunos independentistas les acosaron y les escupieron mientras les lanzaban distintos objetos al grito de "Hijo de puta, te cortaría la cabeza ahora misma" y "Fascistas". Uno de ellos resultó herido cuando un miembro de los CDR le propinó distintos golpes en la cabeza. Los Mossos intervinieron sobre el terreno y pocos minutos después cargaron contra los soberanistas que permanecían en la calle Fontanella. Los manifestantes afearon a los agentes su actuación y a través de Twitter, los CDR exigieron la dimisión del 'president' Quim Torra, y del 'conseller' de Interior, Miquel Buch, a quienes tacharon de "traidores" y advirtieron: "Lo pagaréis".   

La jornada se saldó con 24 heridos leves y seis detenidos acusados de un delito de atentado a agentes de la autoridad. Una séptima persona está investigada pero aún no ha sido arrestada.

En un comunicado, todos los sindicatos policiales rechazaron la marcha de Jusapol por "inoportuna, ambigua y populista" y porque "puestas en escena como la de hoy perjudican el logro de la normalización que, los miembros de Policía y Guardia Civil destinados en Catalunya los 365 días del año al igual que el resto de la ciudadanía, persiguen".