La suspensión de los diputados soberanistas, en el aire

De nuevo el dilema del independentismo entre desobedecer, no desobedecer, o hacer ver que se desobedece. En este caso, a cuenta de la orden del juez del 'procés', Pablo Llarena, del Tribunal Supremo, exigiendo a los seis diputados soberanistas procesados por el 1-0 que cedan su escaño aunque sea temporalmente. ¿Qué responder a Llarena? Jiunts per Catalunya exigía que en ningún caso Puigdemont podía ser despojado de sus derechos. ERC pedía una solución para los seis afectados y tenía una posición más abierta a la suspensión. La CUP no quería oir hablar de acatar nada. La batalla interna entre los dos primeros grupos ha durado meses. Y cuando ha aparecido el pacto, surgen nuevas dudas sobre si el soberanismo tendrá mayoría suficiente para aprobarlo en el pleno del Parlament.

Entender el embrollo no es fácil. La solución acordada por republicanos  y Puigdemont era que, previo paso este viernes por la comisión del estatuto de los diputados, el pleno de la próxima semana votaría dos puntos. En uno se habla de acordar por mayoría absoluta la suspensión de los derechos y deberes parlamentarios de los seis afectados (Puidemont, Junqueras, Turull, Romeva, Rull i Jordi Sànchez). Este primer punto sería rechazado por el independentismo. En el segundo punto se asume que "mientras dure la situación judicial actual" (todos pendientes de juicio) los derechos parlamentairos de los seis citados "podrán ser ejercidos" por otro diputado de su grupo.

Este viernes, la comisión del Estatut de los diputados ha dado el visto bueno -con el apoyo independentista y el de los Comuns- a llevar ambos puntos al pleno de la próxima semana. Ciutadans (que se ha ausentando físicamente), PSC y PP no han ni votado, y han reclamado que se acate lo dictado por Llarena sin más. Los socialistas además han pedido al independentismo que sea honesto y asuma que en la práctica está aceptando la suspensión de los parlamentarios procesados.

El embrollo

Pero, y aquí viene el embrollo, la pregunta al final de la sesión, sin respuesta definitiva, por parte del PP, ha sido: ¿con qué mayoría se tiene que aprobar el punto segundo? El letrado mayor, Joan Ridao, presente en la sesión, ha apuntado que el documento redactado por el propio independentismo da a entender que es necesaria mayoría absoluta. Marta Madrenas, de JxCat, lo ha dejado en el aire. Y ahí sigue, en el aire. Y no es un asunto menor porque la CUP no acepta la suspensión de los diputados y no la votará a favor. Y si bien los seis afectados podrían delegar el voto -por tanto, votar- el martes, también podrían decidir no votar -por precaución legal ante lo dictado por el juez- de tal manera que, incluso con el apoyo de los Comuns, no habría mayoría absoluta suficiente. Tanto es así que JxCat especula este viernes con el apoyo del PSC.

Sí, un embrollo, pero no menor, porque para que tiren adelante las votaciones parlamentarias sin dudas legales, y de entrada el debate de política general que comienza el martes -donde, entonces sí, se debatirá sobre soberanismo pero también sobre immigración, vivienda o salud- es necesario aclarar si los seis diputados procesados son sustituidos.