Batet: "El 1-O fue un fracaso para todos"

La ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha calificado este martes el 1-O de "un fracaso para todos" que puso "en riesgo" la convivencia en Catalunya y ha asegurado que "sacar la política y el diálogo de las instituciones" tuvo como consecuencia "llevar la ruptura a la calle". En este sentido ha respondido Batet a la pregunta sobre las cargas policiales durante la celebración del referéndum del portavoz del PDeCAT en el Senado, Josep Lluís Cleries que le ha reprochado a la ministra que "si alguien fracasó fue el Estado español".

Durante la sesión de control en el Senado, Batet ha explicado que el 1-O fue "un fracaso" porque el Govern catalán decidió realizar "una consulta ilegal y contraria a la Constitución" y ha insistido en que la consulta supuso una "vulneración de los principios democráticos". Batet ha instado al PDeCAT a "contribuir a mejorar la convivencia y rebajar la crispación" y ha ironizado con que los posconvergentes están anclados "en una realidad paralela".

Por su parte, Cleries ha mostrado su deseo de que, en el futuro, algún presidente de España tenga "el coraje" de ir a Catalunya y "pedir perdón por aquel día de tanta violencia". Sobre las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Canadá, Cleries ha recordado que "Canadá sí que dio respuesta a Quebec" y ha asegurado que "Catalunya ejercerá su derecho a ser un estado, desde la paz y la convivencia".

Sin presos políticos ni exiliados

Mientras que Batet ha hecho hincapié en que en España "no hay presos políticos ni exiliados políticos", el senador catalán ha asegurado que los derechos humanos "no se aguantan por ningún sitio" y "no se respetan". En este sentido, Batet le ha pedido a Cleries que tengan "el coraje de empezar a mirar el futuro" y "construir un rumbo dentro del marco constitucional".

Finalmente, Batet ha querido recordar a todos aquellos alcaldes y concejales socialistas que durante el 1-0 “salieron a la calle para preocuparse” por sus vecinos y ha lamentado que, semanas después, los mismos alcaldes “fueran objeto de insultos, repulso y escraches”. La ministra ha dicho que lo único que habían hecho fue “querer ser alcaldes de todos los ciudadanos y representar a la sociedad en su conjunto”.