NUEVO CASO EN LA UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS

Sánchez mantiene el respaldo a Montón ante el malestar del PSOE

Carmen Montón, en septiembre del 2018, en el Ministerio de Sanidad.

Carmen Montón, en septiembre del 2018, en el Ministerio de Sanidad. / .44980270

Juan Ruiz Sierra / Patricia Martín

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La continuidad de Carmen Montón es cada vez más difícil a ojos de muchos dirigentes socialistas, pero no de Pedro Sánchez. El presidente mantiene la confianza en la ministra de Sanidad, que en el 2011, siendo diputada en el Congreso, obtuvo un máster de la Universidad Rey Juan Carlos repleto de irregularidades: pagó la matrícula fuera de plazo, comenzó el curso cuatro meses tarde, apenas asistió a las clases pese a que el máster era presencial y sus notas fueron manipuladas meses después. Son cada vez más las voces dentro de la ejecutiva socialista que consideran que Montón solo tiene una salida: la dimisión. Pero el propio líder socialista intentó sofocar este martes el clamor, descartando la marcha de la ministra y descolocando por el camino a algunos de sus más cercanos colaboradores. "Está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo", dijo en el Senado. No fue un respaldo muy contundente. 

En el Ejecutivo y en el PSOE se asiste con incomodidad a este caso, similar, aunque con importantes diferencias, a los de Cristina Cifuentes Pablo Casado. Las ventajas de mantener a Montón en su puesto son escasas, a ojos de la mayoría de dirigentes consultados,  sobre todo después de que trascendiera, según publicó eldiario.es y confirmó la universidad, que sus calificaciones habían sido alteradas. Ella insiste en que no cometió ninguna irregularidad. Solo hizo, según su versión, lo que le dijeron los profesores.  

"Puede que sea injusto, como dice ella, pero es vergonzoso. Tiene que dimitir", explicó un miembro de la ejecutiva socialista. "Debería irse solo por el listón ético que tenemos en el partido", señaló otro dirigente. La presión es enorme. Un ejemplo: varios diputados explican que Montón forma parte de al menos un grupo de whatsapp, integrado por parlamentarios, donde también se pide su dimisión.  

La tardanza

Sánchez tardó en apoyarla públicamente. El lunes, cuando trascendió la noticia, fuentes de la Moncloa elogiaron las explicaciones de Montón por ser "claras y transparentes". No hubo más. La tibia reacción fue parecida a la que en su día se llevó a cabo con Màxim Huerta, el fugaz ministro de Cultura, dimitido por un antiguo fraude a Hacienda.

Pero Montón no es Huerta. No es una recién llegada al equipo de Sánchez. Lleva ahí desde el 2014. Dos años después, Montón resistió ante los críticos con el secretario general. A diferencia de otros dirigentes, no abandonó su ejecutiva. El presidente, según explican en el PSOE, tiene ese gesto muy presente.   

Al final de la mañana, ante el silencio oficial (con Josep Borrell evitando apoyar a la ministra y Nadia Calviño hablando, debido a un "lapsus", en pasado del trabajo de Montón en el Ejecutivo), José Luis Ábalos ya había salido a dar respaldo. "Tenemos plena confianza en la ministra", dijo el titular de Fomento. Aun así, evitó contestar directamente a la pregunta de si Montón debería dimitir.    

La comparecencia

La ministra, de momento, comparecerá en el Congreso, informa Pilar Santos. Su rendición de cuentas, todavía sin fecha y a petición propia, llega después que Podemos, Cs y el PDECat la reclamaran. El PP, mientras tanto, ha sido tímido en sus críticas debido a los paralelismos entre la situación de Casado y la de Montón, pero empiezan a esforzarse por diferenciar entre ambos casos, en previsión de que la ministra acabe cayendo.   

Montón cursó su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, muy desprestigiada a raíz de los casos de Cifuentes y Casado. El curso de la ministra era en Estudios Interdisciplinares de Género y estaba organizado por el Instituto de Derecho Público de esa universidad, el mismo del que dependían los másters de la expresidenta de Madrid y el actual líder del PP. El organismo, clausurado a raíz de los escándalos académicos, está siendo investigado por los tribunales.

"El PP y el PSOE no son lo mismo, pero esto hace que la identificación cobre peso", explicaron fuentes socialistas. Si Sánchez fuerza la marcha de Montón, continuaron, dejará a Casado, cuyo caso está siendo estudiado por el Tribunal Supremo, en muy mal lugar. Al mantener a Montón, el presidente también insufla oxígeno al líder del PP. "Defendemos a la ministra con escaso entusiasmo. Pero seguimos esperando", explicó un dirigente tras escuchar el apoyo de Sánchez.

En su entrevista de este martes en la Ser, Montón no descartó la dimisión. Solo dijo que sería "injusta". Muchos en el PSOE están dispuestos a suscribirlo, pero creen que no tiene otra salida. Y menos aún si trascienden nuevos datos sobre su máster irregular.