El juez da carpetazo a las conversaciones de Corinna

Juan Carlos I, en 2006, junto a Urdangarín y Corinna

Juan Carlos I, en 2006, junto a Urdangarín y Corinna / periodico

Ángeles Vázquez

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El juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea ha dado carpetazo a la pieza que abrió tras publicarse la conversación en la que Corinna Zu Sayun-Wittgenstein relataba al excomisario José Manuel Villarejo presuntas irregularidades del Rey emérito, en cuanto ha tenido en sus manos una petición de archivo de la Fiscalía Anticorrupción, que exime a Juan Carlos I de cualquier responsabilidad penal, por la inviolabilidad de la que disfrutan los jefes de Estado y ser los indicios existentes contra él "extremadamente débiles".

El magistrado explica que en esa pieza, denominada Carol -la quinta abierta en el 'caso Tándem', en el que se investigan las cloacas policiales-, Villarejo estaba imputado por descubrimiento y revelación de secretos y por cohecho. Entiende que no hay indicios suficientes para mantener en esa condición, porque la grabación, intervenida en el despacho de su socio y amigo, Rafael Redondo, pone de manifiesto "una conversación distendida entre dos personas y a veces entre tres, en Londres, en la que de forma voluntaria y sin que exista ningún tipo de presión, Corinna Zu Sayun-Wittgenstein" cuenta a Villarejo unos hechos "en su presunto fundamento de hombre de Estado, al servicio de los intereses generales de España", extremo desmentido luego por el director del CNI en el Congreso.

Como además Villarejo está en prisión desde noviembre, según el juez, resulta "muy improbable" que él filtrara a los medios la conversación, en la que la que fue amiga del Rey emérito expone "de forma expontánea" que el monarca la había usado como testaferro con un terreno en Marruecos, cobró comisiones por el tren de alta velocidad en Arabia Saudí y contaba con cuentas en Suiza a nombre de un familiar y bajo falsas identidades.

También rechaza que exista cohecho en la petición de asesoramiento que en esa misma reunión la princesa le hizo para un político británico con problemas con el fisco español. El auto sostiene que, según el audio, la colaboración consistió exclusivamente en facilitarle un abogado de su confianza para que le representara en España. 

Relación de amistad

Mientras que Anticorrupción se dedica a desgranar por qué no se puede profundizar más en lo que pudiera haber de cierto en las palabras de Corinna, al explicar, por ejemplo, que Suiza no colabora en la investigación de delitos fiscales, el magistrado se centra en la verosimilitud que le proporciona el testimonio de la empresaria alemana.

Sostiene que la única base de los hechos atribuidos a Juan Carlos I, "naturalmente deducidos del desarrollo de la relación de amistad entre ambos", es el relato de la princesa. Se remite a la jurisprudencia relativa a la verosimilitud de las declaraciones de testigos con relaciones previas, que pueden responder a móviles espurios, de resentimiento o venganza, para concluir que "la ruptura de la relación de amistad entre ambos", en 2009, "pudo haber motivado el relato de hechos que realizó contra Juan Carlos I" ante el excomisario.

Sin documentos

El auto destaca que en los registros no han aparecido documentos que acrediten lo dicho por Corinna y da a entender que la respuesta recibida de la Unidad Antifraude de la Agencia Tributaria sobre la titularidad de las cuentas de Juan Carlos tampoco le permite profundizar en "unos actos que supuestamente había llevado a acabo Juan Carlos I, siendo Rey de España, aproximadamente entre los años 2009 a 2012”.

El juez resalta que Corinna no denunció ninguna de las irregularidades que contaba y no aporta prueba alguna de haber sido utilizada por Juan Carlos de testaferro, “no deduciéndose la existencia de actos de ocultación, transmisión o transformación de patrimonio obtenido merced a ninguna defraudación”. Señala que para ser titular de un inmueble o recibir dinero, por residir en Mónaco, "tuvo que llevar a cabo necesariamente una actitud activa".

La resolución ni menciona el presunto pago de comisiones, por el que Anticorrupción podría presentar una nueva querella por corrupción en transacciones financieras internacionales y cohecho.