ENTREVISTA AL DIPUTADO DE LA CUP

Carles Riera: "Esperamos que el Govern haga efectiva la república en nueve meses"

Júlia Regué

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-¿La CUP sigue poniendo en valor la vía unilateral?

-A corto plazo es el único camino posible. El Govern y el Parlament deberían dar pasos unilaterales para hacer efectivo el mandato del 1-O, del 27-O y del 21-D. Lo que hace falta es iniciar un nuevo ciclo de movilizaciones populares masivas que obligue a los partidos a activar la república.

-¿Y cómo se "activa" la república?

-El Parlament tiene que asumir y ejercer sin limitaciones su soberanía. Si entra en conflicto con las instituciones del Estado, tiene que prevalecer lo que decida, aunque el Constitucional lo vete y lo considere ilegal. La población debe tener el control efectivo del territorio y de los recursos e infraestructuras básicas del país, por lo que deben ser de titularidad pública y dejar de estar gestionados por empresas relacionadas con el Ibex 35.

-¿Por qué no se ha avanzado en esta dirección?

-El Govern creía que la dimensión del referéndum sería mucho menor y no preveía una huelga general como la del 3-O. Soñaba, fantaseaba, con que encontrarían un Estado español más dialogante y una UE más abierta. Pero el movimiento popular hace una revuelta popular y democrática esos días y el Ejecutivo de Carles Puigdemont se encuentra en medio. No preveía llegar a esta situación y apostaba por un proceso más gradual, más simbólico, y no para defender la república de hoy para mañana.

-¿Y ahora ya están por ello?

-Hace muchos meses que los actores de están reubicando. Están disputándose y compitiéndose el espacio político. JxCat, ERC y el Govern deben volver a la vía unilateral, a la desobediencia, con el nuevo ciclo de movilizaciones que se avecina. Y que estas manifestaciones no se dirijan tanto contra el Estado, que también, sino hacia los partidos independentistas. El Estado ya sabemos quién es y es muy claro. ¿Dónde tenemos el problema? En las contradicciones, flaquezas y renuncias de algunos independentistas.

-¿Le sacará tarjeta roja a Quim Torra si no cumple?

-La tenemos preparada. No hemos visto en el Govern, más allá de declaraciones y símbolos, ninguna actuación concreta que indique una ruptura con el Estado. 

-¿Qué espera la CUP de su declaración política prevista para el 4 de septiembre?

-Esperamos que dé por terminado el diálogo con el Estado, porque ya ha dicho que no se va a hablar sobre el derecho a la autodeterminación; que se comprometa a hacer efectiva la república en un plazo corto de tiempo, en los próximos nueve meses; y que se garanticen políticas que permitan el control público de los recursos básicos y que estén al servicio del pueblo y no de las empresas que después del 3-O se marcharon de Catalunya. 

-¿Se arrepiente de haber facilitado su investidura?

-En estos momentos aún es pronto para hacer una valoración definitiva. Somos muy críticos y estamos muy preocupados por su trayectoria hasta ahora. Tenemos que ver su reacción al próximo ciclo de movilizaciones.  

-¿Hay conversaciones para tejer una estrategia independentista conjunta?

-La CUP está en diálogo permanente con todos los actores sociales y políticos pero en estos momentos no hemos llegado a este punto. Querríamos que en las próximas semanas hubiese como mínimo algunas líneas de acción política compartidas. Convendría que todos los partidos se pongan a disposición y sean elementos facilitadores para que tenga éxito. 

-¿Queda pendiente de su apoyo a las cuentas?

-Espero que no. Es muy poco probable que la CUP apruebe los presupuestos porque en la pasada legislatura nos forzaron con el referéndum y fue una falsedad. No volveremos a caer en la misma trampa. Para la república no hace falta un presupuesto autonómico.

-¿Qué es un presupuesto autonómico?

-El que se hace de acuerdo a la legislación estatuaria y constitucional, que se adapta a la normativa fiscal española y al límite de déficit impuesto. También a las leyes de mercado españolas que protegen los intereses de las grandes empresas privadas por encima de los servicios públicos. Por naturaleza, las cuentas serán muy limitadas y, por naturaleza, antisociales.

-Entonces, ¿no los avalará?

-Lo más probable es que no. No lo puedo certificar porque es una decisión que se tomará en su momento, aunque puedo anticipar que lo veo muy improbable.

-¿Se sentará a negociarlos al menos?

-Lo veo improbable también.

-¿Qué espera del Gobierno de Pedro Sánchez?

-Nada. El problema no es con un partido u otro, es con un régimen, el del 78. Pedro Sánchez no está dando ninguna respuesta política al conflicto catalán. Ha habido un diálogo que no ha dado ningún resultado. Por eso criticamos al Govern de Quim Torra, que da falsas expectativas a la población. En el mejor de los casos, puede salir de sus encuentros una revisión del régimen autonómico, como mucho, en un futuro indeterminado, una reforma constitucional. Pero eso no es lo que quiere el movimiento independentista.

-¿La CUP se sumará a la lista unitaria que prepara la ANC para las municipales?

A la CUP ni se la ve ni se la espera en eso. La competencia de siglas por el espacio político no es la prioridad.

-¿Hay fractura social en Catalunya?

-Hay una operación de Estado para generar confrontación social. Los actores políticos más explícitos son Ciutadans, PP y su entorno, con la implicación de la extrema derecha y con el apoyo de la fiscalía, la Policía Nacional y la Guardia Civil. A través de la guerra de símbolos intentan generar enfrentamiento civil, una vieja estrategia ensayada por los estados coloniales. Hay que desenmascarar esta operación porque no hay fractura social, hay debate de ideas, opiniones y proyectos políticos y esto es sano y democrático.