Descoordinación policial tras el 17-A

La policía francesa se quejó de que los Mossos la estaban puenteando

Ciudadanos franceses recibieron una llamada directa de policías catalanes para hacerles preguntas que debe hacer la Gendarmería

Hotel B&B París

Hotel B&B París / B&B

Juan José Fernández

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Para acabar con la descoordinación entre Mossos, Policía y Guardia Civil en la investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu había ordenado que los tres cuerpos policiales se coordinaran en el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado), pero los Mossos continuaron haciendo indagaciones por su cuenta incluso fuera de España, según una queja que la policía francesa dirigió a la Policía Nacional, relatan fuentes cercanas a la investigación.

La mañana del 21 de agosto, la Brigada de Información de la Policía comprueba que una tarjeta Visa del terrorista Omar Hichamy fue utilizada en diversos peajes de la autopista Autorute du Sud francesa el 11 de agosto y en un aparcamiento de la rue Saint Lazare de París al día siguiente. Según fuentes policiales, las fuerzas de seguridad españolas piden ayuda a las francesas para reconstruir un viaje que Hichamy, Houssein Abouyaqoub, posiblemente su hermano Younes y otro terrorista más realizaron a Francia poco antes de atentar en Catalunya.

La Gendarmería francesa traza la ruta triangulando los móviles de los viajeros. El Audi A3 matrícula 9676BHF que usan los terroristas, inscrito a nombre de Mohamed Aalla, ha pasado por el peaje de Lestelle (Pirineos Atlánticos, a 94 kilómetros de Viella), y un radar de tráfico lo fotografía además por ir a velocidad excesiva en la A-10 francesa, ya cerca de París. La policía gala averigua también que sus ocupantes compraron una videocámara en un FNAC y que se alojaron en un hotel del municipio de Malakoff, al sur de París.

El 22 de agosto, el ministro francés del Interior, Gérard Collomb, después de haber informado a su homólogo Juan Ignacio Zoido, lo cuenta en comparecencia pública.

El 11 de septiembre, Mohamed Houli Chemlal, el superviviente de la explosión de Alcanar, se entrevista con agentes de Instituciones Penitenciarias y les confirma el viaje a París. 

Una llamada catalana

Al poco, la policía española recibe una queja de la francesa: el director del hotel, Guillaume V. y una recepcionista, S. D., han recibido una llamada de un mosso d'esquadra pidiéndoles detalles de su encuentro con los terroristas y copia de grabaciones de cámaras de vídeo que puedan tener. Se identifica como "policía español", o eso cuenta el director del hotel cuando, a su vez, llama a los gendarmes.

La policía francesa se siente puenteada, pues es a ella a la que hay que pedir que practique ese interrogatorio. Y es a la Policía Nacional a la que le corresponde, por ley orgánica, tramitar la petición.

En aquel momento no se desveló el nombre del hotel -solo de la ciudad- ni de las personas que recibieron a los terroristas. Se trata del hotel B&B, situado en el Boulevard Periférico de París, en la zona de Haute Seine. El hotel se anuncia como un alojamiento barato, de 50 euros de media por noche.

Preguntados por EL PERIÓDICO, ni el director del hotel, ni la recepcionista, ni tampoco otra trabajadora que vio a los terroristas han querido comentar el encuentro. Prefieren olvidarlo.