DESHIELO INSTITUCIONAL EN PALAU

Gobierno y Generalitat enfrían la bilateral pero esperan concreciones en otoño

Elsa Artadi, portavoz y 'consellera' de Presidencia de la Generalitat

Elsa Artadi, portavoz y 'consellera' de Presidencia de la Generalitat / FERRAN SENDRA

Fidel Masreal / Iolanda Mármol

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El Gobierno del PSOE y el Govern de la Generalitat asumen que de la primera reunión de la comisión bilateral tras siete años, que se celebra este miércoles en Barcelona, difícilmente saldrán grandes acuerdos concretos, de modo que fijan sus expectativas en lograr avances y comenzar de inmediato a trabajar para alcanzar pactos lo antes posible mediante la activación de equipos técnicos bilaterales. La distancia entre las posiciones se mantiene y hace difícil de prever cómo terminará el encuentro. El Gobierno accedió a que la Generalitat pudiese hablar de presos independentistas y autodeterminación para no frustrar la cita y avanzar sobre los otros aspectos que en la Moncloa sí están dispuestos a negociar. El Govern, en cambio, pone el foco en estos dos asuntos para poder progresar en el resto.

La diferencia de prioridades es evidente. La portavoz del Govern y 'consellera' de Presidència, Elsa Artadi, enfrió este martes las expectativas de acuerdos en la reunión en insistió en la necesidad de que el Gobierno avance en su propuesta sobre el derecho de la autodeterminación de Catalunya y la situación de los dirigentes soberanistas presos. "Estará en entredicho [la estabilidad del Gobierno] en función de lo que hagan en los próximos días y semanas, de cómo inicien el curso parlamentario en el Congreso. Pero tienen que haber pasos adelante, lo hemos dicho todos, los grupos parlamentarios en Madrid, el 'president', el vicepresidente del Govern y el 'conseller' [Ernest] Maragall", ha explicado. 

Artadi ha dado un margen de tiempo y de "paciencia" para la materialización de la propuesta del Gobierno sobre estas cuestiones. "Tenemos que dar cierto margen para ver qué pasos quieren dar, son pasos que han de dar ellos, en la bilateral o en la reunión con [Pedro] Sánchez en Palau, sobre qué propuesta tienen para los catalanes, no podemos renunciar a la autodeterminación", ha explicado.

En la Moncloa están dispuestos a escuchar los argumentos (que ya conocen) de la Generalitat sobre el referéndum y los presos, pero su objetivo en la reunión es avanzar sobre las otras materias pendientes y salir del encuentro con los deberes fijados para ponerse a trabajar de inmediato. El Gobierno ofrecerá medidas para reducir la conflictividad entre administraciones y abordará las reivindicaciones del Govern sobre traspasos y demandas de inversión. También se compromete a analizar uno por uno los 16 recursos a leyes catalanas que Mariano Rajoy planteó ante el Tribunal Constitucional (pendientes de resolver). Sánchez ya ha indicado su voluntad de retirar, por lo menos, los que hacen referencia a legislación social. El Govern opina que la ley de vivienda o la de pobreza energética pueden ser las primeras en desbloquearse si se crean de inmediato equipos de trabajo de ambas administraciones.

La portavoz del Govern también ha descartado acuerdos concretos en la cita con el Estado "porque no se ha estado trabajando en grupos de trabajo". "Para que se formalicen en acuerdos necesitamos que haya priorización, establecimiento de grupos de trabajo –que no existen- y calendarización de cara al otoño, que ha de haber otra reunión en la que se materialicen los acuerdos", ha añadido. En el Gobierno comparten esta opinión y fijan para después del verano el encuentro en el que ya podrían cristalizar eventuales pactos. 

Llamada de atención

Si para el Govern es esencial hablar de presos independentistas y de referéndum, el Gobierno llevará dos temas en cartera que también quiere priorizar. Primero, llamada a la Generalitat para que participe en los órganos multilaterales y no de plantón a los foros en los que el Ejecutivo se sienta con todas las comunidades autónomas. Segundo, conseguir que Catalunya se comprometa a una "cooperación de lealtad" en acción exterior. Es decir, que comunique previamente las embajadas que tiene previsto abrir en el extranjero.

En todo caso, la voluntad es de diálogo y nadie quiere cometer errores en el acercamiento. "Catalunya se merece que nos sentemos en el mismo sitio y hablemos", señaló la vicepresidenta, Carmen Calvo, en la víspera del encuentro.

Fuentes del Govern explican que, respecto a la política de gestos, es significativo que el encuentro tenga lugar en el Palau de la Generalitat. Y subrayan que, además de la cuestión de los encarcelados y el referéndum de autodeterminación, existen cuestiones sensibles como el ámbito educativo y la defensa de la inmersión lingüística. En la agenda sectorial, de 13 puntos, también se abordarán cuestiones largamente reivindicadas por la Generalitat como los traspasos de becas o el fondo documental del archivo de la guerra civil.

O la polémica ley ARSAL (de racionalización y sostenibilidad de la administración local), así como la conflictividad ante el Tribunal Constitucional, dado que existen 16 recursos pendientes del Estado contra otras tantas normativas del Govern, y cinco recursos de la Generalitat contra normativas estatales. Otro asunto clave es la no aplicación de la disposición adicional tercera del Estatut sobre las inversiones del Estado en infraestructuras catalanas.