EL DEBATE DE LA INMIGRACIÓN

Casado agita el miedo a la llegada de inmigrantes

Pablo Casado, con simpatizantes del PP, el domingo en Ávila.

Pablo Casado, con simpatizantes del PP, el domingo en Ávila. / RHS

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El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha aprovechado la llegada de cientos de inmigrantes a las costas andaluzas para agitar el miedo y denunciar el 'efecto llamada' que a su juicio ha tenido la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de acoger el 'Aquarius'. Casado ha señalado que en el debate sobre la inmigración "no cabe la demagogia" y ha advertido de que "no es posible papeles para todos".

Durante su intervención ante la Junta Provincial del PP de Ávila, circunscripción por la que Casado es diputado, el nuevo presidente del PP ha asegurado que le "desgarra ver esas imágenes" de cientos de personas llegando en condiciones precarias a España en busca de un futuro mejor. Sin embargo, ha dicho que su partido no puede ser "populista" y que lo que los españoles buscan es "un partido que diga claramente que no es posible papeles para todos" y que "no es posible que España pueda absorber a millones de africanos que vengan a buscar un futuro mejor en Europa".

"Y como no es posible, tenemos que empezar a decirlo, aunque sea políticamente incorrecto", ha argumentado el líder del PP, quien ha vinculado la situación actual de la inmigración con el "'efecto llamada' con la visita del presidente del Gobierno al barco 'Aquarius'". En este sentido, ha asegurado que "mientras Sánchez estaba en Valencia recibiendo a un barco, en Almería y en Algeciras estaban llegando 1.500 inmigrantes".

"50 millones de inmigrantes africanos"

"Hay un millón de inmigrantes esperando en las costas libias que están planteándose una nueva ruta a través de España", ha dicho el presidente del PP, quien se ha referido a "estudios de oengés que dicen que hay 50 millones de inmigrantes africanos que están recabando dinero para poder hacer estas rutas en las que las mafias les cobran de 2.000 a 4.000 euros dejándoles en ataúdes flotantes".

Ante esta situación, ha apuntad que el PP ofrece "fortaleza" para "defender" a las fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. En este contexto, Pablo Casado ha anunciado que visitará Ceuta y Algeciras para "abrazar a la Guardia Civil y a la Policía Nacional" y "darles las gracias porque están defendiendo las fronteras" de España, así como los "derechos y libertades" e los españoles.

El Gobierno replica

La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, ha acusado a Casado de abrazar un discurso "alarmista" y "de confrontación" sobre la migración y ha señalado lo que considera una "irresponsabilidad política" por plantear "falsos dilemas" sobre la situación migratoria en España. Además, le ha vinculado con las derechas "reaccionarias" europeas, asegurando que se está acercando a las posiciones del ministro italiano de Interior, el ultraderechista Mateo Salvini.

En declaraciones a la SER, Rumí ha defendido que el Gobierno esta presente "todos los días" en Ceuta, Melilla o Algeciras y ha puesto en valor el trabajo de las ONG y la "sensibilidad" de la Policía y Guardia Civil que a diario lidia con la llegada de migrantes. Para la secretaria de Estado el discurso de Casado es una muestra de "profundo desconocimiento" de lo que ocurre en la frontera por lo que la ha pedido a él y también a Rivera que aprovechen la visita a Ceuta y Melilla para conocer "en profundidad" la materia. Rumí ha pedido que ambos líder eviten declaraciones que "no tienen ningún sentido", aludiendo a sus referencias al "efecto llamada": "Cuando una ruta se cierra, otra se abre y tarda meses en abrirse, los factores de los cambios de ruta son complejos".

El Gobierno también ha rechazado la acusación de Casado de que la gestión del 'Aquarius' haya provocado un efecto llamada para la inmigración ilegal, y ha subrayado que el Ejecutivo ha tenido que adoptar medidas urgentes por la "improvisación" del Gabinete de Mariano Rajoy.

Fuentes del Gobierno han subrayado que se adoptaron decisiones respecto al 'Aquarius' por motivos humanitarios y como una demostración de que se puede hacer una política de migración diferente en la Unión Europea. "No es justo hablar de efecto llamada por el 'Aquarius', sobre todo si se repasan las cifras", aseguran las fuentes, que han recordado que las llegadas de inmigrantes por vía marítima fueron de 8.162 personas en 2016, 21.989 en 2017 (un 269% más) y hasta el 30 mayo de 2018, 7.970 migrantes, y que esta tendencia al alza se mantiene desde 2013.

Por tanto, consideran que más que de 'efecto llamada' se podría hablar de una imprevisión en los últimos años que ha obligado al actual Gobierno a adoptar medidas urgentes. En ese contexto, subrayan que en apenas mes y medio, se ha afrontado el problema migratorio con medidas concretas.