TRAS LA DENUNCIA DE LA FISCALÍA

Los profesores denunciados en Sant Andreu de la Barca piden el traslado

El centro pasa a ser designado de "máxima complejidad" por Ensenyament pese a la calma con que ha acabado el curso

Manifestación en solidaridad de los profesores del IES Palau, en Sant Andreu de la Barca.

Manifestación en solidaridad de los profesores del IES Palau, en Sant Andreu de la Barca. / .43141989

Carmen Jané

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Ocho de los nueve docentes del Institut El Palau de Sant Andreu de la Barca denunciados ante la Fiscalía de Barcelona por incitar al odio a la Guardia Civil tras las cargas policiales del 1 de octubre no continuarán en el centro el próximo curso. Los ocho forman parte de al menos una veintena de profesores que han solicitado el traslado voluntario a otro centro para el próximo curso y que algunas fuentes cifran en una treintena, casi un tercio del claustro.

El Institut El Palau es uno de los centros educativos de Catalunya donde se vivieron situaciones más tensas, ya que en Sant Andreu de la Barca está situada el cuartel central de la Guardia Civil en Catalunya y al centro acuden numerosos hijos de agentes del cuerpo. La fiscalía interpuso de oficio una demanda contra nueve profesores que, según un atestado de la Guardia Civil, se habían dirigido a algunos hijos de los agentes "en términos despectivos y humillantes" en clase, "conminando al resto de alumnos a pronunciarse para condenar las intervenciones policiales de la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía", según consta en las diligencias fiscales.

Las plazas que serán cubiertas con nuevo personal son al menos dos de lengua catalana, una de educación física, dos de matemáticas, una de lengua española, otra de geografía e historia y otras dos de apoyo intensivo a la escuela inclusiva de secundaria, según datos sindicales.

Los profesores denunciados, algunos con más de 20 años en el centro, impartían clases en aquellos días de matemáticas de cuarto de ESO, naturales, inglés, catalán y tutoría. La fiscalía les acusó de dos delitos, uno de discriminación y el otro de injurias graves.

Archivadas cinco denuncias

Seis de los profesores denunciados declararon, cuando comparecieron el pasado enero ante la fiscalía, que el debate surgió de los alumnos y fue algo espontáneo. El juzgado número 7 de Martorell optó por archivar la demanda contra cinco de ellos y continuarla contra otros tres. Otro juzgado abrió otra demanda contra un noveno profesor por hechos similares ocurridos dos días después.

El clima generado por los incidentes y las posteriores denuncias desencadenó una manifestación de apoyo a los docentes el pasado mayo y otra de rechazo, además de pintadas en contra de los docentes acusándoles de "nazis", además de tuits amenazadores y la difusión de las fotos y nombres de los acusados.

"Antes de la denuncia de Fiscalía, el ambiente era tenso pero no se hablaba de ello. Fue a partir de la actuación judicial cuando todo estalló y hubo manifestaciones de apoyo de familias, exalumnos… Ensenyament, ya con el nuevo 'conseller' Josep Bargalló, y el Síndic de Greuges se reunieron en el colegio con el claustro y algunas de las familias de guardias civiles y la tensión se rebajó mucho. De hecho, se ha acabado el curso de forma muy tranquila, con todos los alumnos participando en las actividades previstas", declara Josep Lluís Alcázar, delegado sindical de CGT y profesor del centro desde hace más de 20 años.

Alcázar confirma que la mayoría de los docentes denunciados ha pedido el traslado pero asegura que la cifra concreta de candidatos al traslado no se conocerá hasta que se inicie el curso porque no se ha publicado en ningún lado. Cruzando datos de oferta, este diario sitúa la cifra de plazas vacantes en El Palau en al menos una veintena los docentes que cambian de aires de un claustro de un centenar de profesionales para 1.200 alumnos.

El Consell Escolar de Catalunya criticó el "linchamiento público" a los docentes y aseguró que en ningún caso quisieron imponer su opinión. A partir de este curso, el instituto está considerado por Ensenyament un Centro de Máximo Complejidad tras los incidentes, lo que exige entrevista previa para incorporar a los nuevos docentes.