LA SUCESIÓN TRAS RAJOY

¿Por qué Santamaría y Cospedal se llevan tan mal?

Atlas

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La última recepción del Dos de Mayo en la sede de la Comunidad de Madrid lo dejó claro: Soraya Sáenz de Santamaría y Dolores de Cospedal no se llevan bien. La tirantez entre la exvicepresidenta del Gobierno y la secretaria general de Génova es palpable. Ni miradas, ni palabras ni gestos, mucho menos besos; frialdad absoluta.

La imagen de una silla entre ambas anunciaba un secreto a voces: las dos mujeres más poderosas del PP tienen una relación mala. Las fricciones se remontan a hace una década: allá por 2008, una desde el Congreso y la otra desde la sede del partido, ambas luchaban por ganarse la confianza de Rajoy.

En 2012, en una visita a la Santa Sede, se produjo una bronca entre ellas por el código de vestimenta. Seis años después, este mismo 2018 en la convención nacional de Sevilla, Cospedal organizaba una comida con Rajoy y los barones a la que Santamaría no está invitada: se enteró al llegar.

Ahora, con las dos ya como candidatas a la presidencia del PP, solo puede quedar una. Solo hay un trono en el PP y las dos luchan por él. 

"Como estas dos no se hablan..."

Rajoy se comprometió a no tomar partido, pero avisó de que intervendrá si es necesario. Antes de anunciar sus intenciones le llamaron. Cuando lo hizo Santamaría, el expresidente le dijo: "Hacedlo bien". El gallego sabe a qué se refiere, como recuerda Pilar Santos. 

Un colaborador muy estrecho recuerda el día en que Rajoy le encargó que le transmitiera un mensaje a Santamaría que era tarea de Cospedal. "Díselo, tú, anda, que como estas dos no se hablan…".