La fiscalía pide que se confirme el delito de rebelión para la cúpula del 'procés'

La confirmación de las conclusiones de Llarena suspenderá de forma automática a siete diputados independentistas

Puigdemont y Junqueras durante el acto político 'Garanties per a la Democràcia' que tuvo lugar el 4 de julio en el Teatre Nacional.

Puigdemont y Junqueras durante el acto político 'Garanties per a la Democràcia' que tuvo lugar el 4 de julio en el Teatre Nacional. / .39170257

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El fiscal ha defendido este lunes ante el Tribunal Supremo que se mantenga el procesamiento por rebelión para el considerado "núcleo duro del procès", encabezado por el 'expresident' Carles Puigdemont y el 'exvicepresident' Oriol Junqueras, además de otros trece inculpados.

El Supremo ha revisado los recursos que una gran parte de los procesados por la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) presentaron frente a los autos que dictó contra ellos el instructor del caso, Pablo Llarena.

El fiscal ha dicho durante la defensa de los autos de procesamiento que "el libro blanco", en referencia a la documentación incautada durante la investigación y que contenía la hoja de ruta del 'procès', "es la crónica de una rebelión anunciada".

El procesamiento de los investigados será revisado por los magistrados Miguel Colmenero MenéndezAlberto Jorge Barreiro y Vicente Magro, tras escuchar los argumentos de las defensas de Puigdemont, Junqueras, el expresidente de ANC Jordi Sànchez; los 'exconsellers' Jordi Turull, Josep RullRaül Romeva, Dolors BassaClara Ponsatí (en Escocia), Lluís Puig (en Bélgica) y de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell.

Suspensión de funciones

La confirmación de esta resolución supondría cumplir con los criterios establecidos por el artículo 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para suspender de funciones a 11 de estos investigados y evitar así que puedan ejercer cargos públicos. Además, este artículo exige que haya decretada una situación de prisión, que se da en el caso de los que están procesados por el delito de rebelión, incluidos los que se encuentran fugados de la Justicia española.

La suspensión automática se daría en el caso de Puigdemont, Junqueras, Sànchez, Turull, Rull, Romeva y Comín, que mantienen su acta como diputados en el Parlament. Por otro lado, Bassa, Ponsatí, Puig y Forcadell no podrían acceder en un futuro a ningún cargo público ni presentarse a unas listas electorales mientras se encuentren en la cárcel y la aplicación de este artículo se mantendría hasta que haya una sentencia, que de ser condenatoria supondría penas de inhabilitación.

Además, la Sala estudiará en dicha vista el recurso presentado por la acusación popular ejercida por Vox que insistía en que el expresidente de la Generalitat Artur Mas y la presidenta de la AMI, Neus Lloveras deben estar también procesados. El juez Llarena explicó en dicho auto que ha sido impugnado que en la investigación no se ha incorporado ningún elemento probatorio que vincule a estos dos políticos con el ejercicio de la violencia desplegada ni con que previeran su utilización en el momento en el que desplegaron su actuación.

Por otro lado, Turull, Rull y Sànchez pidieron poder estar presentes en dicha vista, lo que ha sido denegada por la Sala al entender que no es "preceptiva su presencia".

"Valoración política"

En el caso del exvicepresidente de la Generalitat y líder de ERC, Oriol Junqueras, y el exconsejero de Exteriores y diputado de ERC en el Parlament, Raül Romeva, critican en sus recursos que las resoluciones dictadas por el juez Llarena tienen una "valoración política" porque en mucho de ellos afirma que la independencia no puede defenderse pacíficamente.

Los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull, y Jordi Sànchez también rechazan en sus recursos la rebelión porque, según dicen, no hubo violencia en ningún momento. La defensa de los tres diputados de JxCat considera que Llarena es "consciente de la debilidad de la anterior calificación" y por ello ahora apunta inesperadamente a sedición o conspiración a la rebelión, tal y como dice el auto por el que Llarena los procesó.