Castro-Horrach, la amistad que quebró la infanta

El fiscal Pedro Horrach (en el centro) y el juez José Castro (a la derecha), en una imagen del 2009

El fiscal Pedro Horrach (en el centro) y el juez José Castro (a la derecha), en una imagen del 2009 / EFE / MONTSERRAT T DIEZ

Júlia Albacar

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De pareja inseparable a enemigos declarados. El 'caso Nóos' provocó que el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach pasaran de tener “una relación personal y profesional muy estrecha”, como reconocía el segundo, a un enfrentamiento indisimulado que se ha hecho mucho más visible tras la sentencia definitiva contra Iñaki Urdangarin y la absolución de la infanta Cristina.

Las desavenencias entre el fiscal y el exjuez estallaron con la decisión de llamar a declarar o no a Cristina de Borbón durante la instrucción del caso en el 2013. “El señor fiscal y yo estábamos de acuerdo en que doña Cristina se había beneficiado de dinero público ilícito. En lo que no concordamos era si ella sabía algo o no”, explicó el juez Castro el domingo en La Sexta.

Críticas en el juzgado

A partir de ahí la relación entre ambos empezó a deteriorarse y cada vez fueron más numerosas las críticas que se dirigían mutuamente en escritos, declaraciones y resoluciones. En abril del 2013, cuando el juez Castro imputa finalmente a la hermana del Rey, Horrach aseguró que era "discriminatorio". Más adelante, en noviembre, Horrach acusó a Castro de obrar sobre la infanta “con una especulación huérfana de sostén indiciario, del ámbito de la rumorología".

Meses después, el fiscal del caso seguiría con los reproches sobre Castro, esta vez asegurando que la imputación se basaba en una "teoría conspirativa", y que la instrucción había sido “a la carta” y con “simples suposiciones que sirvieron para construir unos hechos con apariencia delictiva”.

Por su lado, el magistrado instructor retó al exfiscal a que le denunciase por prevaricación, y aseguró que el recurso al procesamiento de la infanta presentado por la fiscalía anticorrupción le “imputaba delitos y faltaba al respeto”. Castro desafió a Horrach: “si el Ministerio fiscal cree lo que escribe, y habría que suponer que sí, tendría que presentar una querella por prevaricación”.

'Motivos bastardos'

Para Horrach, el punto que quebró más su relación fue que Castro declarara en una resolución judicial que el fiscal y otros profesionales del caso seguían “motivos bastardos” para no imputar a la infanta. “No fue la consideración jurídica sobre la situación de Cristina de Borbón lo que malmetió nuestra relación, sino que Castro afirmara en una resolución que el fiscal seguía motivos bastardos, es decir, que actuaba bajo las órdenes del Gobierno, o de la Casa del Rey, o del Ministro de Justicia correspondiente. Es algo que ni permitía ni permito”, declaró Horrach el pasado sábado en una entrevista en La Sexta.

Horrach culpa a Castro ahora que se le acuse de ser “el abogado de la infanta” y asegura que “lo que para el juez era un trato a favor, en realidad era discriminatorio para ella. Así lo declaró la sentencia de la Audiencia Provincial de Palma y lo ratificó el Tribunal Supremo”.

Tándem anticorrupción

El magistrado afirmó en el 2014 que el fiscal Horrach “estaba cerrando los ojos ante las sospechas que puedan darse sobre la comisión de un delito”, cuando este último apelaba a la vulneración de la presunción de inocencia de la infanta. Y el pasado domingo Castro lanzó esta bomba: "Los letrados de doña Cristina no hacían nada sin consultarlo con el señor Horrach [...] Cuando le expliqué que me habían convocado a una reunión de alto secreto con el señor Roca (abogado de la Infanta), no se sorprendió".

El tándem Castro-Horrach fueron el azote de la corrupción en las islas Baleares, con casos tan sonados como el del velódromo Palma Arena y que brilla con un nombre propio: Jaume Matas. Fue precisamente del 'caso Palma Arena', en una de sus múltiples ramificaciones, de donde surgió la trama del 'caso Nóos'.