Nuevo ministro del Interior

Fernando Grande-Marlaska: gay, hijo de policía y objetivo de ETA

Fuentes policiales le reconocen al ya exjuez su conocimiento de la lucha antiterrorista

Fernando Grande Marlaska

Fernando Grande Marlaska / JUANJO MARTÍN (EFE)

Juan José Fernández / Luis Rendueles

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Hay cola de jefes policiales para comprar ‘Ni pena ni miedo’, la autobiografía que publicó el hasta hoy juez Fernando Grande-Marlaska en 2016, en la que expone valores propios del ala izquierda de la judicatura, pese a que en su gremio se le tiene por conservador y ha sido miembro del Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PP.

En la obra -cuyo título se tatuó en una muñeca- describe además este juez de 56 años su vivencia de gay que salió del armario chocando con la familia, activista de causas LGTB cuando se lo han pedido, primer togado que salió en una crónica nupcial de la revista 'Zero'.

En 2006, al suceder a Baltasar Garzón en la Audiencia Nacional, culminó una forja en la lucha antiterrorista orlada por la experiencia de saberse objetivo de ETA. En un inicio de carrera en Bilbao, su ciudad, la presión llegó a hacérsele insufrible.

Por eso su nombramiento ha sido bien acogido en la cúpula policial. Ahí tienen razones para considerarle uno de los suyos: su padre fue policía local en el Bilbao del tardofranquismo.

Entre los recuerdos del sector en su contra, su instrucción del chivatazo a ETA en el bar Faisán y la de la causa del Yak 42. Y entre sus sumarios hito, el procesamiento de Arnaldo Otegi.

Conocedor de la Vía Nanclares

Jurista metódico e higiénico, es buen conocedor de la Vía Nanclares de reinserción de etarras. "Pero ya es político, no juez", recela un veterano de las interioridades de Interior, esa ciencia. Y subraya que es el segundo ministro nombrado en Alerta 4. Tiene además un frente en el sur, contra el narcotráfico; y el potencial de un tercero en Catalunya.

Juan Fernández, portavoz de la AUGC, principal asociación de la Guardia Civil, recuerda otros: "El de la equiparación salarial, que está por cumplir, y la reorganización de Guardia Civil, eliminando cuarteles obsoletos".