CRISIS DEL PARTIDO CONSERVADOR

Aznar repudia al PP y se ofrece para reconstruir el centroderecha

José María Aznar, presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).

José María Aznar, presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).

Gemma Robles / Pilar Santos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Se supone que José María Aznar acudía este martes a presentar el libro de uno de sus históricos colaboradores, Javier Zarzalejos. El título, ‘No hay ala oeste en La Moncloa. La realidad del poder en España’ (Ediciones Península), es de nota, para una jornada en la que el presidente del Gobierno entrante, Pedro Sánchez, seguía designando ministros y el saliente, Mariano Rajoy, comunicaba al PP que se marchaba y forzaba el proceso de sucesión. Pero Aznar en realidad iba a hablar de sus libros: el que presentará en otoño y el metafórico, el que atañe al rencor que acumula en general contra su propio partido (del que reniega aunque conserva la militancia) y en particular contra Rajoy y el que ha sido su equipo.

De entrada su tono de presentación distó mucho del ambiente que, horas antes, se había vivido en la calle Génova ante el emotivo adiós de Rajoy. Cierto es que sin llegar a mencionarlo siquiera, el todavía lider popular le dejó recados a su predecesor: lamentó haber tenido que asumir responsabilidades que no eran suyas (corrupción); presumió de ser el único presidente que no negoció con ETA (Aznar lo hizo y le lanzó este dardo de despedida) y aseguró que él, cuando tenga sucesor, se pondrá "a la orden". Vamos, que su hoja de ruta será la contraria a la seguida por Aznar con él.

En este contexto salió a la palestra Aznar, que sonrió y bromeó más de lo habitual. Sacó su retórica más cortante para intentar dar la puntilla a quien él mismo eligió un día como delfín político a dedazo, aunque ahora prefiera olvidarlo. "Mi compromiso es con España y los españoles. No tengo ningún compromiso con ningún partido. No me siento representado por nadie", espetó, para después dejar boquiabiertos a muchos de los que le escuchaban ofreciéndose a recomponer el centro-derecha español, que da por desmantelado tras la crisis del PP y su lucha sin cuartel con Ciudadanos.

Mancillar su imagen por Gürtel

"Una reconstrucción es absolutamente esencial. Si se estuviera dispuesto a ello, desde mi posición actual, y no desde ninguna otra, contribuiría con mucho gusto para que los españoles puedan tener esa mayor garantía de estabilidad y de seguridad en el futuro”, dijo.

Aznar no quiso aclarar qué estaba ofreciendo (¿una plataforma? ¿asesoría? ¿nuevo partido?...) desde su posición "actual", esto es, la de jefe de FAES y miembro de algún bufete con facturación de escándalo. La de un expolítico que no se siente atado a las siglas que él mismo ayudó a refundar para pasar página de Alianza Popular. Eso sí, advirtió que no piensa callarse después de que hayan tratado de mancillarle, afirmó, a raíz del 'caso Gürtel'.