NUEVO ESCENARIO POLÍTICO

El Govern escenifica la restitución en su estreno

El president de la Generalitat, Quim Torra, saluda a un guardia civil a su llegada hoy a la cárcel madrileñaa de Estremera.

El president de la Generalitat, Quim Torra, saluda a un guardia civil a su llegada hoy a la cárcel madrileñaa de Estremera. / Fernando Villar (EFE)

Daniel G. Sastre / Xabi Barrena

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El relevo relámpago en la presidencia del Gobierno ha descolocado a todos los actores políticos españoles. También al independentismo, que se había preparado para perseverar en la resistencia contra Mariano Rajoy y ahora se encuentra con una oferta de diálogo de Pedro Sánchez

Por eso era interesante conocer qué harían los nuevos 'consellers' del Govern de Quim Torra en su primer día de trabajo efectivo. Y, al menos en el plano simbólico, primó la estética de la restitución. La nueva titular de Presidència, Elsa Artadi, dejó claro en una entrevista en Catalunya Ràdio que "el derecho a la autodeterminación" de Catalunya "es innegociable", y que no descarta volver a la vía unilateral para lograr el objetivo de la independencia.

La entrada de los 'consellers' en las sedes de los respectivos Departamentos fue también prolija en gestos. Sobresalió el de Ernest Maragall, que se estrena en Afers Exteriors: lo primero que hizo al entrar en su despacho fue colgar los retratos de su antecesor en el cargo, Raül Romeva, y del 'expresident' Carles Puigdemont. En la sede de Interior, Miquel Buch fue recibido con una gran tela amarilla colgando de la fachada.

También concuerda con la estética de la restitución -a pesar de que ningún miembro del anterior Govern repite con Torra- el "intercambio de carteras" que los nuevos 'consellers' llevarán a cabo con los anteriores titulares de sus Departamentos. Pere Aragonès (vicepresidente y encargado de Economia) y Elsa Artadi (Presidència) visitarán este martes a Oriol Junqueras y Jordi Turull, ambos presos en la cárcel de Estremera. Y lo mismo harán Miquel Buch (que se verá con Joaquim Forn) y Damià Calvet (el sustituto de Josep Rull).

Hasta Bélgica viajarán las 'conselleres' Laura Borràs (Cultura), Teresa Jordà (Agricultura) y Alba Vergés (Salut) para el mismo intercambio simbólico, en su caso con sus antecesores en el cargo Lluís Puig, Meritxell Serret, y Toni Comín.

El presidente catalán ya ha visitado este lunes a los presos de Estremera. Y, tras esos encuentros, tampoco ha descartado la vía unilateral, que levanta muchas más pasiones en Junts per Catalunya que en el PDECat o ERC. "Tal y como dije en mi promesa en el acto de toma de posesión, yo reconozco como única soberanía la soberanía del Parlament de Catalunya. Yo el debate sobre la desobediencia o no desobediencia lo traslado a oportunidades y a crear momentos", ha afirmado Torra, informa Juan José Fernández.

ERC, por su parte, dio forma a las señales que quiere recibir de Sánchez, como símbolo de quiere “resolver el conflicto por la vía política”, como aseveró el vicepresidente Pere Aragonés el domingo en EL PERIÓDICO. Y la señal deseada es de enjundia, tanto que no se atrevió ERC a ponerla como eventual precio a apoyar la moción de censura: el acercamiento de los presos. “Es una decisión que puede tomar de forma inmediata y que significa estrictamente cumplir la ley", ha defendido la portavoz republicana, Marta Vilalta.

ERC recuerda que su demanda original es la liberación inmediata de los presos, pero añade que un primero gesto sería su acercamiento, ya que considera un "castigo" injusto que, aparte de estar presos, se les obligue a estar en centro penitenciarios de la Comunidad de Madrid.

Vilalta también ha vuelto a marcar la diferencia con lo que afirma el sector puigdemontista de JxCat, en concreto, Artadi. Así, ERC no descarta ninguna vía para conseguir una república, tampoco la unilateral, pero ha pedido "poner el foco en la multilateralidad" los próximos meses. Es decir, lo que pone su programa electoral del 21-D y también la ponencia política de la conferencia nacional que los republicanos celebrarán a fin de mes.

El objetivo de ERC es dejar en un segundo plano los grandes fuegos de artificio simbólicos y centarse en lo que han bautizado como “hacer republica” que, básicamente, se trata de invertir en políticas sociales, siempre menos peligrosas judicialmente y siempre más rentables electoralmente para el independentismo justo en aquella área donde más flaquea: la metropolitana.